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Expectativas en las campañas

  • Por Jaime Santoyo Castro

Las campañas políticas son la representación de una competencia entre partidos y candidatos en los que cada uno pone en juego su propia historia, así como sus propuestas y sus ideas, pero también sus críticas a los contrarios. Se trata de exponer valores y expectativas, pero tambien de hacer advertencias, sobre los peligros y riesgos de apoyar a los contrarios. 

Expectativas contra odios. Odios contra expectativas. Qué pesa más? Qué vale más para el electorado?

Respecto de los valores, vemos que todos los Partidos y candidatos, sin excepción, prometen o presumen honestidad; y en este concepto se mezclan la historia de vida propia del candidato y la historia del partido que lo postula. Evidentemente los partidos más antiguos acumulan más errores y desatinos que los partidos más recientes y si no, veamos la carga que trae José A. Meade, que en lo personal tiene un expediente limpio, pero el PRI ha sido dañado por tantos años de ejercicio gubernamental, en tanto que MORENA es un partido nuevo, limpio, pero que carga con los errores y trayectoria de AMLO, aderezado con algunos candidatos de reputación cuestionada que no resisten la crítica pública y para eludir el voto directo son incluidos en las listas de plurinominales. 

Aquí cabe hacernos la siguiente pregunta: Si todos los candidatos sin excepción prometen siempre honestidad, por qué hay tanta corrupción? Eso acredita que algunos son verdaderos lobos con piel de oveja y engañan para obtener el poder. 

El cambio es otra oferta de los candidatos, principalmente los de oposición al partido gobernante. Es evidente que el cambio es una oferta que llama la atención a los jóvenes y a quienes no tienen nada o muy poco que perder, pero no le atrae mucho al electorado maduro que tiene algunos elementos de bienestar y circunstancias que le resultan satisfactorios o que no quieren arriesgarse a perder. Para ellos probablemente un cambio verdadero suena tentador, pero incierto; y por lo tanto arriesgado, sobre todo cuando el cambio no tiene rumbo o apunta al pasado.

Cumplir es otra oferta que resulta atractiva, cuando se alude a los que ya han pasado por los cargos y no han podido dar respuesta a sus promesas. Cumplir es un compromiso arraigado porque tiene que ver con la palabra, que sigue teniendo peso, pero que también ha sido muy desgastado y genera desconfianza, por ello en las campañas es motivo de reclamos. Recordemos que Peña Nieto recurrió a los notarios públicos para hacer constar sus compromisos, y le dio resultado. 

Empleo y bienestar familiar. Quién no quiere que su familia esté bien? Este es uno de los propósitos que más mueve al elector, preocupado por la situación económica y su entorno, que tiene que ver con el empleo, la educación, la salud, y la seguridad, el apoyo a madres solteras, a los de la tercera edad, etc en la que los candidatos tienen que hacer su mayor esfuerzo y utilizar su experiencia y su capacidad creadora para exponer sus proyectos y sus ideas para convencer. El solo prometer mejoría sin decir cómo, con qué y de qué forma, en lugar de causar tranquilidad causa temor, porque todos sabemos que gastar más requiere de mayores ingresos y los ingresos del Estado se traducen en su mayoría en mayores impuestos. No sólo es reorientar el gasto. Aunque parece que si, creo que la gente en su mayoría no quiere que le den. Quiere que le apoyen para estudiar, para trabajar, para producir, para ganar, para vivir mejor. Quiere un aparato gubernamental que promueva, que propicie crecimiento, que proteja la integridad física, la vida y el patrimonio; que de garantías de una vida armónica. Simplemente que cumpla su función con honradez y con responsabilidad, y que no siembre odios.