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Evidente divisionismo prevalece entre regidores y funcionarios municipales

  • Los integrantes de cada grupo en la administración velan por sus propios intereses.

En ocasiones anteriores ya hemos abordado el tema de lo infuncional que puede ser un gobierno, municipal o estatal cuando tienen que integrarse repartiéndole los diversos cargos a personas de los diferentes grupos políticos, no por su capacidad sino porque reclaman ser parte de la jugada y debe tocarles una rebanada del paste; en este caso de Jerez, con gente que apoyó en campaña de Uc, o simplemente porque creen tener capital político y le dejaron el lugar al profesor para aspirar al puesto que ahora con muchos problemas desempeña.

Se repartieron cargos a la gente de Ismael Solís, Artemio Ultreras, Eduardo López, Ramiro Rosales, el grupo de expresidentes que liderea Pepillo Escobedo y por supuesto, le quedaron al alcalde en turno dos o tres lugares para acomodar a su gente, la que por cierto no ha resultado tan capaz, ni tan leal, salvo pequeñas excepciones.

Pasado el primer año de gobierno, Fernando Uc debe enfrentar un marcado divisionismo, que impera entre sus colaboradores; cada quien voltea su mirada hacia lo que sigue; ya andan buscando el reacomodo, antes de que se les acabe esta administración, lo cual siempre sucede, buscan permanecer de alguna manera en la nómina oficial aunque no hayan cumplido con su trabajo… es cómodo vivir del presupuesto y a ello se acostumbran muy rápidamente.

El propio alcalde, está pensando en la reelección o una diputación local, a lo cual ya antes había aspirado pero con los colores amarillo y negro del PRD, ahora quiere hacerlo por el PRI y sus aliados verdes y color turquesa.

Ese divisionismo no solamente es evidente en su gabinete, sino entre los integrantes del ayuntamiento, situación que parece agravarse y se hizo muy notoria durante el evento oficial en el Teatro Hinojosa con motivo del informe de gobierno, al cual asistieron solo cuatro regidores y la síndica, no habiéndose presentado ni siquiera aquellos que le apoyaban en campaña y formaban parte de su planilla, ya sea por el PRI, Verde o Nueva Alianza.

Varios de ellos mostraron su inconformidad hacia el alcalde por acciones emprendidas que no abonan al desarrollo del municipio, con las que no están de acuerdo y prefirieron no asistir, aunque sí estuvieron en el acto protocolario realizado en el Salón de Cabildo, donde les fue entregado el documento correspondiente, tal como lo marca la ley.

Indudablemente le espera un año difícil a Fernando Uc, o tal vez menos si decide pedir licencia para lanzarse a lo que sigue, pero debe llevar a cabo algunos cambios si es que pretende dar a la ciudadanía mejores resultados, ya que existe un reclamo general de poca obra pública; casi nula gestión de recursos extraordinarios, desatención en materia de seguridad pública, entre otros rubros.

La población sí le reconoce al alcalde haber trabajado como en un inicio lo prometió, pero desafortunadamente no se han logrado las metas propuestas, tal vez por lo desintegrado de su equipo o quizá por varias indecisiones del propio Uc, que no ha mostrado el liderazgo requerido, ni la capacidad de gestión necesaria.  Esperamos que en este año que le queda las cosas le salgan mejor para su bien y el de Jerez.