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Enólogo jerezano presentó la ponencia de valle a valle y del vino patrimonial

-Asegura Alex Sotelo que tiene Zacatecas potencial para que proyectos vitivinícolas generen desarrollo sustentable, una opción buena también para Jerez
-Condiciones de clima,agua y suelos, entre otras, hacen de la entidad un lugar apto para la producción de vino con calidad para competir en el mercado internacional.

 

Zacatecas tiene las condiciones para hacer los mejores vinos del mundo debido a sus condiciones de clima, agua, altitud y suelos, y competir con regiones productoras de vinos en México y otros países, sólo es necesario el trabajo coordinado, el conocimiento y la capacidad para realizar inversiones que generen arraigo y sirvan a las familias y su entorno.
Así lo afirmó el enólogo jerezano Alex Sotelo, al presentar su ponencia de Valle a Valle (Napa) y del Vino Patrimonial, en el marco de la Expo Agroalimentaria 2018 que el gobierno estatal realizó en Zacatecas capital en días pasados.
Explicó que la topografía; agua con altas concentraciones de minerales; altitud entre 1 mil 900 y 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar; clima frío en el verano, similar al de la provincia de Salta, en Argentina, de donde salen los vinos más reconocidos en el ámbito internacional, hacen de Zacatecas un lugar apto para esta producción.
Señaló que la entidad tiene 3 mil 500 hectáreas de viñedos y ocupa el segundo lugar nacional en producción de uva industrial, solamente superado por Baja California con 500 toneladas, debido a que sufrió el impacto de heladas y granizadas.
Actualmente, existen tres vinícolas y cinco en proceso de instalarse.
El enólogo explicó que el éxito del Valle de Napa, en California, está basado en empresas familiares que, en 18 mil hectáreas de viñedos, generan un impacto económico de 50 mil millones de dólares, mucho más que las ventas de tequila en cinco estados de México, donde sólo generan 9.2 mil millones de dólares.
Añadió que el Valle de Napa tiene una extensión equivalente a la comprendida entre Zacatecas capital y Jerez, ahí, la industria vitivinícola genera 300 mil empleos y la industria restaurantera tiene un impacto de 10 mil millones de dólares.
Son viñedos, gastronomía de alta calidad que la gente llega para empaparse de la experiencia del vino, la comida, la estadía agradable en la comunidad, es decir, toda una experiencia, en un
ambiente extraordinario, que roba el corazón de los visitantes, dijo el profesionista jerezano.
Desde su perspectiva, aunque en la entidad ya se invierte en proyectos vinícolas con arraigo, el gobierno estatal y los productores deben unir esfuerzos para buscar denominación de origen de la uva zacatecana, exigir a las empresas industrializadoras de jugos y brandis que la reconozcan y organizarse para lograr mejores precios en el mercado.
Informó que los productores zacatecanos de vinos de mesa lograron, el año pasado, colocar nueve termos en una tienda departamental, la cual les solicitó en este ciclo 40 termos debido a la buena calidad de la uva de la región del sureste del estado.
El objetivo -añadió Alex Sotelo- es invertir en proyectos que toman en cuenta el arraigo, la tierra en su parte química y física; el clima; la responsabilidad con el medio ambiente y no esperan el retorno del capital a corto plazo. Es decir, heredan una fortuna en historia, tradición y arraigo para los hijos y nietos, lo cual es incomparable.
El conferencista señaló que esta industria representa un área de oportunidad ya que la plantación de uva en México se mantiene estable y estiman que el consumo crecerá aceleradamente en los próximos 10 años.
Por ello, es necesaria la organi-zación de los productores, el financiamiento para inves-tigaciones en beneficio de la tierra, el agua y el ecosistema; porque él éxito depende de las experiencias compartidas, las técnicas, así como el acompañamiento gubernamental con reglas claras en aranceles, impuestos y acciones conjunta para dar movilidad al producto.
Finalmente, se refirió a propuestas zacatecanas como el Merlot de El Salto, en Fresnillo, el Cabernet de Ojocaliente,a las que es necesario generar valor agregado y marcas que les permitan competir en el mercado.
En la región comprendida por los municipios de Jerez y Tepetongo durante algunos años se tuvo una producción importante de uva que era comprada por Casa Domecq, empresa que financiaba las plantaciones y luego adquiría el producto, creando una derrama económica favorable en la región, pero sobre todo, la compañía se beneficiaba por la seguridad de contar con la materia prima de calidad, situación que cambió luego de un tiempo y los viñedos se abandonaron al no tener asegurada la comercialización, lo cual podría retomarse con el apoyo y asesoría de la Secretaría del Campo y autoridades municipales.