ENFOQUES ACTUALES DE LA ATENCIÓN MÉDICA
Por Ramiro Martínez Figueroa Médico adscrito al HGJ
Cuando estudié la carrera de medicina, uno de mis maestros solía decirnos: “Del total de los enfermos; un 50% se curan solos o con la ayuda de una aspirina, el otro 30% lo harán con un médico general y sólo un 20% requiere de la atención de un especialista”.- Aunque coloquial el enfoque, se quedó grabado en mi mente y nunca se me olvidó; comprobando muchas veces a través de la práctica, lo mucho de cierto que tenían tales afirmaciones; y comprobando también el por qué de tales conceptos, y que todo mundo sabemos: nuestro organismo está dotado de fabulosos mecanismos de defensa, que hacen que la mayoría de las enfermedades que nos aquejan, se autolimitan.
Con el paso del tiempo obviamente, muchas cosas han cambiado: métodos de diagnósticos y tratamientos, políticas públicas de salud, roles que juegan los médicos, mercadotecnia, etc. Pero nuestro organismo es el mismo.
La reflexión anterior viene al caso porque en días pasados leí una nota publicada en primera plana de algún periódico estatal señalando la falta de médicos especialistas en los municipios y poniendo aparentemente en jaque la eficacia del Sistema Estatal de Salud ( llámase Secretaria de Salud).
Aunque son innegables las carencias, de ninguna manera veo una situación de alarma, más bien es una mala información de los usuarios, quienes demandan en muchos casos, que la atención médica primaria les sea brindada por un especialista, haya o no justificación médica para ello.
Queda pues como responsabilidad de la instituciones formadoras de médicos, y las propias Instituciones de Salud que se orienten esfuerzos en la formación de médicos de primer contacto que sean capaces de resolver problemas reales de salud y concientizar a la población de que es posible.
Por otra parte cuando está plenamente justificado el traslado de un paciente de un centro médico a otro de mayor nivel, existen los mecanismos bien establecidos para ello; si médicamente hablando, la justificación no existe ; sólo se encarece la atención y se angustia a pacientes y familiares.