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EN LA PEREGRINACIÓN Y EN MISA

Irene Escobedo López

El INE no se tocará, pero solo por ahora. El Instituto Nacional Electoral seguirá operando con toda normalidad y sin modificar su estructura hasta comienzos del año 2023. Se espera que sea hasta febrero cuando el Senado reanude sus sesiones ordinarias, que se vote en definitiva sí finalmente se retira la cláusula de vida eterna y queda aprobado el famoso Plan B del presidente.

El retraso obedece a que los legisladores se Irán de vacaciones dos meses por supuesto y no hay posibilidades de una sesión extraordinaria por lo tanto no crea usted que se van a reflexionar sobre las decisiones que ya de por si, se tomaron al vapor.

La mayoría de los legisladores ni siquiera leyó la propuesta de modificación del INE, que salió mal y a marchas forzadas tanto que hasta el propio Ricardo Monreal Ávila no tuvo tiempo de meditar los alcances de sus decisiones o tal vez sí, pero el proceso le jugó en contra indudablemente.

El senador zacatecano se hizo polvo solito dicen los que saben, se cerró más de una puerta. Todavía le queda la opción del PRD que le está haciendo ojitos, aunque Ricardo Monreal está cerrando el año màs bien debilitado, no tan fuerte como se percibía hasta antes de las votaciones para modificar al INE. Respecto al proceso ya está muy viciado. Buscar la autorización de urgencia sin tenerla implica incluso que la Suprema Corte no de su aval en caso necesario porque este tribunal va en contra de todo lo que se autorice de urgencia sin tenerla.

Entonces en febrero y no antes veremos si finalmente se aprueba la medida que además abrirá la puerta para que funcionarios públicos hagan campaña estando en ejercicio de sus funciones. Quieren estar en misa y en la procesión al mismo tiempo con la ventaja que implica sobre sus contrincantes. Dios nos ampare.