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El pacto federal y el federalismo fiscal

Jaime Santoyo Castro

El reparto del dinero y del poder, en cualquier escenario y en cualquier época, ha sido causa de muchas dificultades, particularmente cuando se trata de los poderes y los recursos que los diferentes niveles de gobierno captan para proveer a los servicios públicos.

No es lo mismo Pacto Federal que Pacto Fiscal. El Pacto Federal fue un acuerdo que se firmó en 1823 a instancias del Coahuilense Miguel Ramos Arizpe y el Zacatecano Francisco García Salinas, en el que los Estados existentes a esa época, recién consumada la Independencia, decidieron constituirse en una nación, delegando ciertas funciones, atribuciones y recursos a un poder distinto; el federal, y conservaron internamente su libertad y soberanía. Tal pacto se consagró en la Constitución de 1824 y en la actual, que señala: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados Libres y Soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.”

Más allá de esta disposición constitucional, a los mexicanos nos unen nuestra sangre, nuestros orígenes, luchas, costumbres y tradiciones, nuestros héroes y símbolos patrios, en suma; nuestra historia, la que no podrá cambiar ninguna provocación malsana ni una interpretación indebida a la convocatoria relativa al pacto fiscal, que es muy diferente.

El Pacto Federal no está sujeto a modificaciones separatistas; debemos de alejar a quienes tienen esas tentaciones guajiras.

El Pacto fiscal en cambio, es el arreglo con el que las Entidades deciden repartir las facultades tributarias para recaudar y para asignar el gasto, que se ha ido cambiando con el devenir de los tiempos y desde el principio ha estado investido de un principio de equidad y de solidaridad, tomando en consideración las diferencias económicas de cada región. La grandeza de los Estados actualmente ricos, en mucho se debió al apoyo que recibieron en su momento de la federación, que no siempre ha sido parejo, porque ha imperado el manejo político y por eso entidades como Zacatecas, que históricamente ha contribuido con la riqueza del subsuelo a otras economías, ha sido tratada con injusticia porque tal riqueza no se ha visto en beneficio de su desarrollo y hoy está postrada esperando misericordia, lo que no es digno, Por ello debemnos actualizarlo.