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El fortalecimiento del peso afecta el poder adquisitivo de las familias que dependen de las remesas

A pesar del aumento histórico en el monto total de las remesas durante los últimos tres años, el poder adquisitivo de las familias que dependen de estos envíos se ha visto disminuido debido al fortalecimiento del peso mexicano frente al dólar y al incremento en los precios de los productos básicos.

En la última semana, el peso mexicano ha superado la barrera de los 17.50 pesos por dólar, alcanzando un nivel de apreciación frente a la divisa estadounidense que no se veía desde hace siete años.

El experto en finanzas, Víctor Hugo Galicia Soto, explicó que «las familias están perdiendo poder adquisitivo» debido a que, aunque los migrantes envían dólares, estos se convierten automáticamente a pesos al llegar a las cuentas de los beneficiarios en México.

El impacto es especialmente significativo en regiones como Zacatecas, donde gran parte de la economía depende de las remesas. Según datos del Banco de México, en 2022 los envíos en efectivo desde Estados Unidos a Zacatecas alcanzaron los mil 724 millones de dólares, equivalentes a más de 31 mil millones de pesos, que representan aproximadamente el 90% del presupuesto gubernamental aprobado para ese año en el estado.

Incluso en el primer trimestre de 2023, las remesas volvieron a registrar un aumento, con la entidad recibiendo 391.7 millones de dólares, 33 millones más que en el mismo período del año anterior, lo que representa un aumento del 9.2%.

Galicia Soto señaló que las fluctuaciones en el tipo de cambio se reflejan automáticamente en los gastos diarios de las familias que dependen de las remesas, ya que el 97% de esos recursos se destina a gastos corrientes, como alimentos, ropa y medicamentos.

En Estados Unidos residen más de 1.6 millones de zacatecanos, de los cuales alrededor de 750,000 son migrantes y el resto son descendientes nacidos en ese país, según informó José Juan Estrada, diputado migrante. Esta cifra es similar a la población total de Zacatecas, que asciende a 1 millón 622 mil habitantes.

José Luis Guardado Pérez, docente investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), considera que sin las remesas muchas familias se encontrarían en una situación de extrema pobreza, ya que no podrían satisfacer sus necesidades básicas.

Sin embargo, reconoció que aunque estas remesas brindan bienestar a las familias, «no generan un efecto multiplicador de inversiones, ya que se destinan al consumo de bienes finales en lugar de invertirse en actividades productivas, ya que solo cubren el consumo diario».

Por lo general, estos recursos se gastan en artículos básicos y, en menor medida, en mejoras o construcción de viviendas para las propias familias.

El especialista en Teoría Monetaria y Economía Política agregó que ninguna actividad económica actual se puede equiparar a la generación de divisas provenientes de la población migrante, por lo que su ausencia también sería catastrófica para las finanzas de la entidad.