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EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA

Jaime Santoyo Castro

A propósito de la discusión que se ha venido dando sobre el contenido de los libros de texto dentro del ámbito educativo, es pertinente reflexionar en la información sin sesgos que debe tener la sociedad para estar bien enterada de los aconteceres que tienen que ver con la vida colectiva, a fin de propiciar una participación de calidad en la toma de decisiones.

Es cierto que en cualquier sociedad hay una diversidad de niveles de conocimiento y entendimiento sobre asuntos políticos y sociales, pero hay que hacer notar que algunos críticos argumentan que esta diversidad puede llevar a decisiones deficientes si se permite que personas con poco conocimiento o información incorrecta influyan en los resultados electorales o en la formulación de políticas públicas.

El escritor, filósofo y activista español Fernando Savater, quien es ampliamente conocido por sus puntos de vista sobre ética y política, ha esbozado diversas críticas a la falta de educación cívica y el desconocimiento de los problemas sociales, afirmando que es un obstáculo para el funcionamiento adecuado de la democracia, críticas que se resumen en la expresión de que “Una democracia de ignorantes no puede funcionar” y que es reflejo de su preocupación por cómo la falta de conocimiento y comprensión entre los ciudadanos puede socavar los principios fundamentales de la democracia.

Savater afirma que una democracia efectiva depende de ciudadanos bien informados y comprometidos que puedan tomar decisiones racionales y responsables sobre asuntos políticos y afirma que si la población carece de conocimientos básicos sobre cómo funciona el gobierno, los problemas políticos, o los derechos y responsabilidades de los ciudadanos, es más probable que las decisiones sean influenciadas por prejuicios, desinformación o emociones superficiales en lugar de una consideración informada de los problemas.

En el contexto de esta expresión, Savater hace hincapié en la importancia de la educación cívica y el acceso a la información precisa y confiable como base para una democracia saludable. No se basa en desestimar o menospreciar a las personas mal informadas, sino más bien resaltar la necesidad de empoderar a los ciudadanos con el conocimiento necesario para participar de manera significativa en el proceso democrático y tomar decisiones que beneficien al conjunto de la sociedad.

Esta contundente expresión de Savater, supone la necesidad de establecer una estrecha conexión entre la educación, el conocimiento ciudadano y la funcionalidad de la democracia; es decir, la urgencia de abordar la falta de información y educación para garantizar que la democracia opere de manera efectiva y representativa.

No olvidemos que la democracia es un sistema en el que el poder reside en manos del pueblo, y se basa en la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas a través del voto y la representación. Aunque la democracia puede tener sus desafíos y problemas, como la desinformación o la falta de participación informada, también es un sistema que busca asegurar la inclusión y la voz de todos los ciudadanos.