ECLECTIS
Por Raymundo Carrillo
Fusionar una Alianza Electoral del PAN, PRI y PRD hace tres años, se llevó a cabo bajo una estrategia complicada la cual, ocupó comprender, mucho tiempo de la campaña electoral, durante la campaña hubo mucho de explicaciones que ocuparon el tiempo de las propuestas, los resultados sin embargo fueron buenos para esa Alianza. Esa Alianza ganó nuevamente el control Constitucional Legislativo, ya no hubo la mayoría en el Congreso que permitiera cambios a la Constitución.
Lo anterior, significa que no fue tanta la ignorancia de la gran mayoría de los votantes en el país, luego de los tres primeros años de gobierno Populista. El gran votante redefinió su preferencia en tan solo ese tiempo relativamente corto. Acaso las experiencias en el desastre con la Salud Pública; las iniciales denuncias de Corrupción del sexenio; la enorme carencia de financiamiento en el país que no fuere el sur este, Antillas y Caribe mexicano; el crecimiento de la inseguridad y la impunidad; la confusión y desorden educativo y su financiamiento, todas las anteriores cosas y algunas más, alcanzaron la consciencia en esa mayoría de votantes y redireccionaron su voto. Sin duda posible, un evento más, ya pasada la elección 2021, llamó la atención de la población aquella que, incluso y muy posiblemente, no votaba o lo hace poco; el motivo fue la evidente intención de acabar con las instituciones encargadas de sostener el sistema electoral y entregar el control de todo ello al gobierno en turno; es de entender que, una maniobra así, era incomprensible para la población pensante así fuera participante o abstencionista.
Tres años después, la misma Alianza no es extraña, la comprensión de su origen e índole es más amplia para el Pueblo e incluso para la parte opositora. Más permanencia tiene la extrañeza de la alianza del oficialismo con el PVEM (pruebe ir a un supermercado y están más baratas las medicinas de tratamientos simples o más comunes).
Un nuevo factor humano de la población se integra, resultado de la inquietud ciudadana por preservar el método democrático de nuestras elecciones, la ciudadanía sin partido, el votante que, abstente, se manifiesta y en su prudente expresión, todo indica no va con el oficialismo. El punto difícil en este cambio de paradigma de fuerte colectividad ciudadana, radica en que no quisieran participar, sino, únicamente votar, pero la grande militancia de los partidos (todos por cierto), tampoco son de su contentillo o merecido gusto, aún de que entre jóvenes y viejos políticos sí, hay quienes si son aceptados porque no tiene “cola que les pisen”, la población mencionada, en buena medida desconoce y esto de desconocer, les hace frágiles en al menos dos sentidos, uno: pueden ser convencidos por indeseables, los cuales son los más argumentativos ya que, se requiere de mucha saliva para hablar mentiras y dos: su participación bajo la idea de no ser de ningún partido le da el paso a nuevos o viejos vivales, la ciudadanía no partidista deja los espacios para los mismos al ser tímida o cauta de más.
No todos los partidos le van a abrir el espacio legal, a los ciudadanos sin partido, una muestra de sincera apertura, pasa por ejemplos como el que el PRD realizó en el evento masivo cuando visitó Zacatecas la recién nombrada Coordinadora del Frente Amplio por México Xóchitl Gálvez, donde al momento del discurso del PRD, se le concedió si faltar al protocolo la voz a un ciudadano sin partido. La política se ha de abrir limpiamente, sin engaños a la ciudadanía sin partido.
Hay muestras de exclusión y luchas por los cargos que representan la campaña electoral del 2024, los partidos más votados tienen sendas purgas en su interior, unos con menos disimulo y otros evidentemente.
La apertura así, ha de ser convocando a la ciudadanía toda, que participen y expresen sin necesidad de cuotas ni afiliaciones obligatorias. Son nuevos tiempos electorales, la Revolución y Evolución de nuestra Democracia no ha terminado, retomó el camino y para que haya progreso, han de participar activamente los ciudadanos sin partido también.