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Eclectis

Por Raymundo Carrillo

Poco tratados han sido, temas en esta columna, que, por su índole, se asume, son tópicos para especialistas, directos indicados o involucrados, sea de suerte, casualidad, consecuencia o solidaridad. Pero, se pasa por un momento de la humanidad en que se nos dice, “sois iguales ante la inmensidad de la madre natura” (con la cual, sigue habiendo estupidez por domeñar, avasallar, reducir, en aras de doctrinas o centavos). La pandemia presente, aunque poco comprendida o sin credibilidad por muchos, está generando un sustancial cambio de conductas… faltan las mejores actitudes entre humanos mismos.

Cabe en las realidades distintas de una misma época, el que, mientras hay países donde la mariguana es normalmente consumida e integrada a la economía, sin mayores estragos sociales, en otros, sea una guerra cruenta y trasiego clandestino de dinero. Sucede que, mientras en algunos países, las mujeres deciden libremente sobre su cuerpo a interrumpir una gestación por aborto, fracaso, frustración, etcétera, en otros, sea motivo de cárcel o penalización social. Igual, en México, hay los Estados que aceptan la unión legal de personas del mismo sexo, cuando otros, rechazan el mismo cometido. Estos tres temas causan entre la sociedad mexicana fuertes debates, cada uno, con propias características. En cada uno hay, una razón de ser: existen como realidad. Pero el odio, la discriminación y la división de la especie que genera estragos violentos, irremediables, tendría solución al menos en esos temas, si, igual que se resuelve con tanto ahínco, la pluralidad lingüística con énfasis de género: todos, todes, tod@s, todas; también el diálogo de esos temas fuere con el mismo ingenio que tanto ha venido modificando nuestro idioma. Un ejemplo de esa modificación es el uso de la tecnología digital y cibernética, tanto o más como en su tiempo fue con la migración. Hoy es común para decir “planea tu viaje”, decir: “programa tu estadía”, como fue decir “estaciónate” tan común es decir “parqueate”, o, semejar el espíritu e intención con un chip ¿en cuál terminal del recorrido de un pensamiento le damos acomodo a, el rechazo de la razón de la realidad, dejando paso al depredador que lleva dentro el ser humano?

La pandemia nos exige estar en casa la mayor parte del tiempo, ésta, se ha resituado en el bastión de recogimiento y seguridad, así, en el tema de la seguridad, los robos a casa, han disminuido hasta un punto cero, casi. Sin embargo, extorsiones, secuestros y asaltos no. A casi dos años del nuevo gobierno federal elegido democráticamente, la seguridad no tiene mejores destinos. No es el caso tan trillado por los adeptos, de pedir que se remedie en dos años lo que en treinta se deterioró, aunque sí habría ejemplos simplones para decir que es posible, ya que muchas veces el dirigente de la 4T, ganó usando clichés sencillos y llegó a decir que, solamente o únicamente con su ejemplo, las cosas mejorarían. Luego, tampoco ha sido la panacea social económica mexicana, que los adultos y estudiantes tengan dinero directo del Estado por dotaciones permanentes (aunque es un buen tino implacable), los nuevos modelos para el manejo del mantenimiento de escuelas, todavía faltan de exhibir por sus resultados, lo que se presume es la idea, no aún, el buen empleo.

Lo demás es más de lo mismo, amiguismo, influyentismo, compadrazgo, “agua para su molino” comprendido en dinero para el sur, todo el dinero federal, de fideicomisos, de programas, ahorro de empleos eliminados, al sur; comprendido también en estrategias de mercantilización del voto, aunque en esto está por verse… ajá.

Ante tales temas titanes de la humanidad, de México, el mercado sigue haciendo de las suyas, con su perfil domésticamente bajo y su carestía medidamente desmedida, los ingresos pasan a ser, nuevamente la atención inmediata, distractora de conciencia.

Con el respeto de siempre, por cada cosa deseada para la pluma de éste su último redactor, se le desea que, el Todopoderoso multiplique en Usted las mismas.