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Dicen ‘A mí no me pasa’ y crecen contagios

Un llamado de atención para todos, envían especialistas

Personas que van a antros o fiestas sin cubrebocas, turistas que no guardan la sana distancia y gente que simplemente opta por no recibir la vacuna cuando llega su turno aparecen diariamente en las estadísticas de los nuevos contagios de Covid-19 durante esta tercera ola de la pandemia.

Pero más allá de hablar sobre una falta de conciencia entre la población, especialistas en psicología social y psiquiatría observan un fenómeno mucho más complejo que combina la desinformación, el impulso de convivir y las falsas concepciones sobre las posibilidades de terminar infectado.

Esto es lo que existe detrás de la mentalidad que hoy empuja el alza en el número de casos y defunciones durante la nueva etapa de la crisis sanitaria en el país.

No es secreto que la información acerca de la pandemia de Covid-19 ha sido ambigua, expresa el especialista Francisco Treviño.

«Si vemos lo que sucede en México, desde un principio podemos decir que hay mensajes contradictorios, hasta viniendo de la presidencia».

¿Es el Covid-19 parecido a una inofensiva gripe o no? y ¿debes usar cubrebocas incluso cuando algunos mandatarios se rehúsan a ponérselo? son algunos de los mensajes ambivalentes que para nada ayudan al esfuerzo de concientizar.

Y después está el papel que juegan las redes sociales y las verdades a medias o las mentiras que por ellas agarran vuelo, añade el psiquiatra Mario Cáceres.

«Yo veo en mis consultas, en el sector público y privado, que la gente no tiene información completamente clara sobre la vacunación», ahonda.

«El ser humano puede distorsionar la información, y en este caso las personas piensan que (las vacunas) son 100 por ciento curativas y pueden salir a donde quieran, o creen ideas como que tienen chips y toman la decisión de no ir (a las brigadas)».

«Simplemente, la gente responde negativamente a una prohibición. Si alguien te dice que no salgas, uno piensa: ‘¡Ah, cómo no voy a salir’!».

Es un fenómeno parecido al de la censura de una película que hace que todos la quieran ver y se convierta en la más taquillera del año.

«(En el caso de las restricciones sanitarias) hemos visto que las medidas han llevado a protestas, donde la gente, por ejemplo, no está dispuesta a que le nieguen la entrada a un lugar por no usar cubrebocas”.

EL CASO DE LOS JÓVENES

El motivo por el que adolescentes y adultos jóvenes tienen el impulso de salir incluso cuando hoy son el grupo más vulnerable de la pandemia está conectado con su tendencia natural de socializar.

«Parte del desarrollo de los adolescentes es el relacionarse con los demás, entonces, cuando vemos a estos chicos irse de fiesta, de cierta manera es esperado de su actuar, aunque por supuesto no justifica la conducta».

«Me parece que aquí debería influir el contexto familiar que debe dar estructura a la persona y llevarlo a ser más responsable, pero también es verdad que el joven tiene la característica de explorar, de decir ‘estoy fuerte y no me pasa nada’, de tener conductas de riesgo, y de retar a la autoridad rompiendo las reglas, como ir a uno de estos antros clandestinos que han estado cerrando».

UN LLAMADO A LA SOLIDARIDAD

El cambio de mentalidad que ayudaría a acelerar el fin de la tercera ola de la pandemia es complejo y no llegará de la noche a la mañana.

«Todo empieza desde la escuela, desde la formación de los padres. Y en esta época en la que parece que hemos perdido el sentido de comunidad, de empatía con el otro, necesitamos recobrar la solidaridad».

«Habríamos que sensibilizarnos a que debemos mostrar solidaridad en esta pandemia que es otro tipo de catástrofe: una catástrofe humana, de salud.

«Es remarcar el mensaje de que, así como en los desastres surgen héroes que ponen de su parte y rescatan a otros, nosotros somos capaces de ahora ser los héroes si usamos el cubrebocas y guardamos la distancia porque estamos salvando vidas».

Finalmente, recomiendan los expertos depositar tu confianza en la ciencia. Agrega Treviño: «Haz más caso en lo que dice la comunidad médica que en lo que circula en WhatsApp».