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Detener el tráfico de armas

Jaime Santoyo Castro

Una de las causas que han detonado la violencia en nuestro país es la gran cantidad de armas que ingresa ilegalmente a nuestro territorio, sin que se tenga conocimiento de alguna estrategia para detenerla.

En diversos medios circulan informes de que anualmente ingresan a México más de 200,000 armas de diversos tipos y calibres, lo que significa un promedio de 567 por día, provenientes de los Estados Unidos, aunque en los últimos meses, a partir de que el Gobierno de Estados Unidos desplegó fuerzas para evitar el ingreso de migrantes, ha disminuido el ingreso de armas por la frontera Norte, pero ha aumentado por la frontera sur, de armas de origen ruso.

Se calcula que en nuestro país hay aproximadamente quince millones de armas; ello explica porqué en el primer semestre de este año, se registraron 10,274 homicidios, y lesiones graves a 5,633 personas, todas causadas por armas de fuego. ¿No fue acaso una demostración de poderío el enorme arsenal exhibido en Culiacán integrado, según los que saben, por fusiles de asalto AK47 y R15, granadas, pistolas, ametralladoras y hasta una Browning M2 Calibre .50?  

Después del episodio de Sinaloa, el Secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, asistió a una reunión con las autoridades del país del Norte, en la que presuntamente logró un acuerdo para contener el tráfico de armas a nuestro país, creyendo convencernos de que con eso se va a acabar y disminuir la violencia, pero no hemos visto ninguna declaración o acción enfocada a contener en nuestras fronteras el ingreso de armas, por nosotros mismos.

Nuestro territorio nacional está plagado de armas de una parte por la laxitud con la que se venden allende las fronteras, pero la causa principal es porque las dejamos pasar libremente por nuestras aduanas del Norte, del Sur, y por nuestras costas.

Es decir; acusamos a estados Unidos de ser el causante de la proliferación de armamento de toda clase en nuestro país, y nos hacemos disimulados en torno a la verdad.

Las armas ingresan por nuestras aduanas, y o no somos capaces de cuidarlas, o simplemente, por alguna razón, permitimos su acceso.

Debemos cuidar bien la puerta de nuestra casa. Lo que ingresa a nuestra casa es responsabilidad nuestra, no de los vecinos. Recuperar la paz y la tranquilidad, será más fácil si detenemos el ingreso de armas.