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CREER O NO EN LAS ENCUESTAS

Jaime Santoyo Castro

El tema de las encuestas se ha vuelto complicado y a menudo está sujeto a debate en torno a su credibilidad. Las encuestas bien diseñadas y ejecutadas son, sin duda alguna, una herramienta valiosa para la repcopilación de datos e información útil en diversas cuestiones y por tanto su interpretación debe ser muy cuidadosa porque puede ofrecer una perspectiva elocuente en la toma de decisiones, pero no olvidemos que aún las encuestas más rigurosas y bien diseñadas están sujetas a cierto grado de error y variabilidad.

Como tal, siempre es una buena idea considerar los resultados de las encuestas dentro de un contexto más amplio y buscar patrones consistentes en lugar de confiar en un único conjunto de resultados. No hay encuesta perfecta, y tanto el encuestador como el encuestado deben estar abiertos a cambiar impresiones con relación a los resultados a efecto de hacerlas más efectivas y eficaces.

Recientemente hemos escuchado las duras críticas que el Presidente de Fresnillo, Saúl Monreal, ha hecho a los resultados de la encuesta de INEGI, que ubica a ese municipio en primer lugar de percepción de inseguridad de entre los cincuenta municipios evaluados.

El tema no es menos importante, toda vez que de la difusión de éstos resultados se deriva una imagen que daña inmisericordemente a Fresnillo y a Zacatecas perjudicando la actividad economica, a la familia, a los amigos y vecinos y a todo aquel que tenga que pasar por Fresnillo o por cualquier latitud del territorio del Estado.

El Presidente Saúl tiene derecho a reclamar y exigir que le expliquen cómo obtuvieron esos resultados, e INEGI está obligado a explicar las etapas del proceso que le llevó a concluir sus cifras, pero estimo que este intercambio debe hacerse de manera enérgica, pero serena, seria y reflexiva; con altura de miras para no dañar a la institución y tampoco al municipio.

Con todo respeto manifiesto que no caben en este reclamo expresiones sesgadas, como esa de que los del INEGI parecen del PRI, porque ésta es una institución pública del Gobierno Federal que comanda su partido Morena, y aseverar que es una venganza por las actividades del Senador Ricardo Monreal también me parece un despropósito, salvo prueba en contrario.

La percepción de inseguridad no tiene pertenencia política, como no lo tiene el miedo o el temor de salir de su casa o transitar por las carreteras. Entiendo el enojo de Saúl y comparto su exigencia de claridad, y por ello estaremos pendientes de la respuesta del INEGI, si es que responde; pero mientras tanto, estimo que, como Saúl afirma que han disminuido los hechos delicitivos, es debido seguramente a una buena estrategia de seguridad, y en tal virtud lo más recomendable será que se realice una muy amplia campaña de difusión, de comunicación, de acercamiento, con todos los sectores sociales, que seguramente después de que reciban directamente la explicación de los logros en esta materia, que seguramente los hay, se tranquilizarán y en esa medida la percepción de seguridad crecerá.

A todos los zacatecanos nos tiene preocupados esa percepción de inseguridad, que no es exclusiva de Fresnillo ni de Zacatecas, pero creo, como lo dice el propio Saúl, que todos debemos hacer nuestra parte y me parece adecuada la convocatoria que hace a todos los sectores sociales a que participemos decididos a disminuir la criminalidad y la percepción de inseguridad, pero las autoridades deberán duplicar su esfuerzo por disminuir la impunidad y la comisión de actos delictivos.