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CRECE INDIGNACIÓN ANTE INSEGURIDAD

Jerezanos presionan; piden paz y seguridad

Irene Escobedo López

En el arco de dos años Jerez ha pasado de ser el Pueblo Mágico encantador, el de la riqueza colonial y cultural a ser un municipio donde la violencia parece no tener límites. Rebasados por la inseguridad, con 66 homicidios en el último año y sin estrategia certera para mitigar los efectos de la delincuencia, los jerezanos están a la deriva. En Jerez no solo las víctimas directas de la delincuencia han perdido la esperanza.

La ilusión de recobrar la tranquilidad se ha disminuido para casi todos. Aquí a diferencia de Fresnillo y la capital del estado no hay una metodología para ponerle cifras al temor, el municipio no forma parte de las 73 zonas urbanas en donde sí se ‘mide’ el miedo y que en Zacatecas solo aplica para la capital del estado y Fresnillo.

Pero los miles de desplazados, víctimas de secuestro, de extorsión, familiares de desaparecidos (el 60 por ciento no han sido encontradas) o asesinados, que pasaron de 3 homicidios en 2019 a más de 66 en el último año, son datos que reflejan el flagelo bajo el que se sobrevive en la región de Jerez, donde nadie está a salvo.

El efecto tardío de la estrategia de seguridad ha lastimado al municipio y pronto la música, las verbenas, las fiestas que son distintivo para la región, podrían verse afectados, aunque desde la alcaldía se mantiene la resistencia a cancelar cualquier celebración, la estrategia es de apaciguamiento como en el 100 a. C. para tranquilizar a la población a través del ‘pan y espectáculos’.

La fiesta de Carnaval ha sido cancelada únicamente en 2020 a causa de la Pandemia de Covid-19 como medida de prevención para evitar contagios y propagación del virus. Del otro lado de la moneda, diversos sectores de la población han puesto la piedra en el zapato y ante la inseguridad han comenzado a externar su indignación rechazando el “panem et circenses”. “Los jerezanos no queremos feria ni festejo, queremos paz y seguridad”, declaró recientemente Ximena Espitia, reina del Carnaval 2020 quien además adelantó que no estaría presente en el evento de entrega de la corona.

Detrás del gesto de Espitia, está el de las candidatas a reina del Carnaval 2023 que anunciaron también su retirada del certamen consecuencia del alud que comenzaron diversas agrupaciones musicales que anunciaron la cancelación de su participación en diversos eventos como la Jerezada, ganando la aprobación de la población que parece cada vez está saliendo a demostrar su indignación ante la ola de violencia en el municipio.

Las fiestas de Jerez son para el estado de Zacatecas un emblema cultural, por lo que el boicot a sus celebraciones podría acarrear importantes consecuencias para el municipio y la entidad a nivel económico que turístico.

En su edición anterior, el Carnaval dejó una derrama económica de 20 millones de pesos en un 2022 que por otro lado fue fatídico para la población por el número de vidas perdidas a causa de la delincuencia, los pueblos abandonados, el ausentismo escolar y otras secuelas. Jerez es un reflejo de lo que sucede en el estado de Zacatecas, donde los asesinatos, secuestros, lesiones, extorsión, migraciones forzadas, jóvenes obligados a reclutarse en la delincuencia organizada, narcomenudeo, trata de personas, son los delitos del fuero común que integran el catálogo de acciones delictivas, más de 25 mil en el último año y que han lacerado sensiblemente a la población de Zacatecas donde la gente se está quedando sin esperanza.

El temor que se vive en Zacatecas tiene sin embargo un solo rostro, el de la población, ninguno otro aun y cuando por dos años consecutivos, la Encuesta de Percepción de Inseguridad encendió las alertas sobre la grave indignación que persiste en la entidad.

Pero los delicados resultados de las encuestas (97% de percepción de inseguridad solo en Fresnillo) no trascendieron sino para ser noticia; el conteo estadístico del miedo y el terror, quedó una y otra vez en solo números, excluyendo además a otras zonas altamente sensibles del estado que están siendo azotadas por la inseguridad.

El Observatorio Nacional Ciudadano ha publicado un mapa sobre la violencia en Zacatecas donde se tiñe de rojo a por lo menos 40 de los 58 municipios del estado, donde el número de homicidios dolosos están acrecentando el miedo. Para las autoridades la única estrategia posible sigue siendo el Plan Zacatecas que hasta ahora no satisface a la población.

La impunidad, los delitos cada vez más encarnizados y una violencia que ha estrechado cada vez más el círculo de la gente ordinaria residente en la entidad, están comenzando a alterar la docilidad de una población que se había mantenido expectante a pesar de los 4 mil 085 delitos contra la vida y la integridad corporal ocurridos en el último año y a lo que se suman los casi 600 secuestros que la autoridad califica como delitos contra la libertad personal.