La inflación en México continúa disminuyendo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alcanzando un nivel de 5.18 por ciento durante la primera quincena de junio. Este es el tercer descenso consecutivo y el dato más bajo desde la primera quincena de marzo, cuando el indicador fue de 4.12 por ciento. Además, queda por debajo del estimado de analistas consultados por Citi Banamex, quienes esperaban un nivel de 5.31 por ciento.

Especialistas del banco señalan que la disminución de la inflación se debe a menores aumentos en los precios al productor y la apreciación del peso frente al dólar. Sin embargo, durante el periodo analizado, la inflación se vio afectada por un aumento en el costo de alimentos, bebidas y tabaco, con un incremento anual de 10.67 por ciento. Se destacan los aumentos en el precio del jitomate, chayote, papas, naranjas, así como en servicios de loncherías, taquerías, torterías y fondas.

Según el Inegi, estos incrementos de precios fueron más notorios en entidades como Chiapas, Campeche, Coahuila, Baja California Sur y Veracruz. A pesar de la tendencia a la baja, los expertos de Citi Banamex señalan que aún existen riesgos que podrían dificultar la disminución de la inflación, incluyendo una mayor persistencia del componente subyacente, que podría ser resultado de factores internos.

El consenso de analistas consultados por el banco estima que la inflación cerrará el año en un nivel de 4.99 por ciento. De cumplirse este pronóstico, sería el nivel más bajo para el mismo periodo desde diciembre de 2020, cuando la inflación concluyó en 3.15 por ciento.

Estos datos reflejan una tendencia positiva en la reducción de la inflación en México, lo cual puede tener un impacto favorable en la economía del país y en el poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin embargo, es importante estar atentos a los posibles factores que podrían afectar esta tendencia a la baja y mantener un seguimiento cercano de la evolución de los precios en los próximos meses.