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CONFLUENCIAS

Arturo Gutiérrez Luna Unidad de Estudios Jerezanos ezlumax39@gmail.com

Ha llegado el momento, al momento magnífico en que las circunstancias imponen a los universitarios la tarea de pensar en grande (… ) La tarea investigadora es uno de los presupuestos esenciales de la Universidad moderna; es para decirlo con énfasis, su decoro y dignidad. Por otro lado, el espíritu inquisitivo es condición imprescindible para una facultad universitaria pueda tener buenos profesores y excelentes alumnos.

La enseñanza moderna superior no es la mera trasmisión de conocimientos adquiridos, sino también el esfuerzo que desarrolla el talento y tonifica la voluntad para descubrir nuevas verdades. Francisco Larroyo, “Discurso Facultad de Filosofía y Letras”, 1954.

En esta entrega se escribirán los resultados de la investigación enfocada en la etapa formativa del intelectual que analizamos con énfasis en cuestiones que acaso expliquen su rigor deslumbrante, su acendrado cuidado en la reflexión meticulosa y su accesible y servicial lenguaje directo y sencillo presente en sus explicaciones. A Francisco Larroyo hay que estudiarlo más allá de la sospecha.

El intelectual Larroyeano Francisco Larroyo sugiere al mundo moderno un nuevo tipo de intelectual. Este tipo de intelectual presenta por lo menos 7 características que lo consolidan como una alternativa inteligente en el trabajo imaginativo de la reflexión:

1. Entender las cosas a partir del bien cultural.

2. Accesibilidad conversacional que se enfoca en que sus lectores comprendan y accedan al conocimiento.

3. Garantiza la reflexión rigurosa.

4. Cuidada adaptabilidad a los discursos; escribe lo mismo notas que comentarios, introducciones, capítulos, ensayos de divulgación o libros.

5. Conceptualización intelectual de servicio público no sólo en términos de expresión de una opinión.

6. Comprometida con la producción de una obra sistemática.

7. Se propone un pensar con raigambre cultural.

8. Respeta, valora/aprecia y crítica la obra clásica para crear su nueva obra.

9. Es investigación filosófica. Nos enseña a respetar con todo honor al pensamiento clásico. Larroyo piensa en la creación de un prestigio. Mientras algunos asistían al congreso, Larroyo se propone la preparación de una ponencia. Se propone forjar un prestigio.

Por ello se deslinda de su hermano Antonio Luna Arroyo para convertirse en el autor Francisco Larroyo. Es cuando se propone este prestigio. Es el tiempo en el cual se acoge a esta idea de prestigio. ¿Qué se requerirá para hacernos de un prestigio intelectual.? La respuesta es múltiple y de la mayor importancia.

En este contexto, el intelectual, según Larroyo, prefiere el encuentro con sus lectores. Darse a entender resulta de vital importancia. Enfocado en descubrir lo mejor que cada uno puede dar a la sociedad, apreciarlo y valorarlo y criticarlo. A propósito de este encuentro, el bien cultural compartido, Larroyo nos enseña a reconocer el aporte del otro. Con ello trabaja el filósofo jerezano. Larroyo trabaja un concepto de Kant; el bien cultural.

Este tipo de intelectual habla con la gente de a pie. Se comunica con sencillez y transparencia. Busca la aproximación con sus lectores. Se enfoca en general una aproximación para conversar, para favorecer el intercambio de las ideas. Quiere garantizar una reflexión profunda y sistemática. Se ocupa de temas importantes y se dedica a la faena con rigurosidad.

Este rigor. ¿Qué nos pide el texto? ¿Por qué escribir tanto sobre Larroyo? Es tanto lo que estamos descubriendo sobre este intelectual jerezano. A quien va dirigido, determina el tipo de discurso que se elabora. Larroyo hace un esfuerzo por ser compartido. Toma sus dones y los pone al servicio de sus lectores. Circulaba en todo tipo de artículo, ensayos y libros. Estaba en todos lados. Se interesaba en que la cultura no estuviera en un solo lugar. Quería que la cultura se entregara en diversas maneras.

El oro de la duda De acuerdo con este orden de ideas, el ilustre pensador jerezano logra advertir la irrenunciable necesidad de un trabajo inquisitivo el cual permita acceder a nuevas respuestas a viejas cuestiones de alta importancia como la formación de la sociedad. Se necesita pensar en grande.

Proponerse la creación de una obra en grande. En tal contexto, el trabajo reflexivo de Larroyo llega a expresarse con el dinamismo inquietante de una persona disciplinada, se despliega, es otro, nuevo, inédito.

La premisa mediante la cual guía sus afanes el filósofo jerezano exhibe un compromiso con el oro de la duda. Ello supone que la consideración inquisitiva ocupa un lugar relevante en su quehacer intelectual. Mucho de su trabajo puede explicarse a propósito del aprecio por el oro de la duda. Cosa de coincidir en una inextinguible confluencia de conjeturas.