RESEÑA FRANCISCO LUNA ARROYO (1906-1981)

Arturo Gutiérrez Luna Unidad de Estudios Jerezanos ezlumax39@gmail.com

Introducción

En años más recientes, aparece el libro de Ernesto Ortíz Aréchar y Aurelio Rodríguez Muñoz el cual remite a una reconstrucción del tiempo para intentar retener en la memoria una vida profunda y profusa como la de Larroyo. El hombre que ha originado las páginas de este libro, Francisco Larroyo, pertenece al futuro.

El intelectual de que se ocupa esta obra es visionario, prospectivo, estratégico, y el filósofo inteligente que resalta como autor de utopías, como propagador de la complicidad de pensar solidariamente el presente, con el fin de atisbar mundos mejores.

Discusión

El conciso volumen reseñado surge en el contexto del homenaje que el pueblo de Jerez le rindiera a su hijo ilustre el filósofo Francisco Larroyo. De acuerdo con tal homenaje, alcanza a resplandecer como una estrella en el firmamento de la cultura jerezana. Según nos informa el profesor Miguel Juárez, la idea se fue estructurando a partir de ciertos documentos. Conviene recordar que la biografía ha de proponerse la significación porque de ella depende evitar los estragos de la omisión. Se escribe para preservar la memoria.

Para honrar, para dar cuenta de una vida con fundamento en las evidencias disponibles. Es un tipo de escritura ceñida al dato minucioso y estricto. Su manufactura está marcada por el carácter comprometido de las evidencias evocadas que corroboran sus afirmaciones. Por ello la biografía ha de combatir las especulaciones sin fundamento. La historia universal, el relato de lo que ha hecho el hombre en el mundo, es en el fondo la historia de los grandes hombres que aquí trabajaron.

Ellos fueron los jefes de los hombres, los forjadores, los moldes y, en un amplio sentido, los creadores de cuanto ha ejecutado o logrado la humanidad. 1 En consecuencia, Emerson enseña que los grandes hombres lo son por el prodigio de la obra en la cual se embarcan a lo largo de sus vidas.2 Importa señalar que se trata de considerar los imprescindibles grandes hombres de imponentes ideas.

Hombres de profunda visión. Hombres dados a la fragua de una obra de artilugio y arte capaz de incidir en su siglo. Larroyo pertenece a esa clase de hombres capaces de ofrecer a sus compatriotas una obra plena de saberes y suspicacias dignas de cualquier época de la humanidad. Más dado a las ideas y su discusión fragua una obra intelectual que responde a una visión profunda ante el horizonte del presente.

En este contexto, hemos de agradecer y reconocer la utilidad de un libro expedito y sucinto como el que se ofrece al lector. Obra concentrada, precisa e, incluso, escueta. Propone al lector un viaje de la raíz a las ramas, sin hacer mucho caso del mover de las hojas por el afán de vientos triviales. Una obra valiosa porque pone en la palestra los rasgos distintivos del intelectual jerezano. De ahí que ofrezca puntos relevantes de la vida que permiten entender la gravedad de la obra Larroyista.

La pieza atreve indagaciones a partir del escrutinio de pasajes definitivos del biografiado para su cabal comprensión. En entregas previas de CONFLUENCIAS nos hemos dedicado a la reseña de obras que llaman la atención porque traen a colación la vida y obra del ilustre filósofo jerezano

Francisco Larroyo. En tal caso hemos ofrecido una reflexión sobre el libro Edmundo Escobar acerca del personalismo crítico de Larroyo y aquella pieza de Lilia Delgado Calderón en que analiza la pedagogía personalista de Larroyo. Tres libros de crítica directa intentan la reflexión de los hitos de Francisco Larroyo.

Fijan su mirada en la consideración de algunos elementos significativos de su vida y obra Gorrondona de Alejandro Rossi En la narrativa de Rossi aparece ese tipo de personajes que representan al pensador absorto, impotente frente a los problemas que reflexiona, incapaz de sentirse seguro con lo que logra escribir, pero convencido de que falta genio que lo califique al texto para su publicación.

En texto “Ante el público”, hay un ejercicio de poder palpitante en la perspectiva según la cual escribir. Dice el narrador del cuento: Di con la solución justa: dominar al neolector, acercarse a él, sí, pero sin complacerlo, no permitirle ninguna libertad, doblegarlo, hacerle sentir que quien manda es el escritor. 3

El personaje en cuestión es un hombre resignado a la suerte de su inseguridad y falta de arrojo ante el texto. Gorrondona es un personaje creado por Alejandro Rossi como un representante del escritor que se resigna a no escribir porque así conviene a su modestia. Un punto importante aducido por el personaje tiene que ver con el lector indispensable de su obra.

En ese caso, se trata de un lector atento. Rossi nos hace pensar en tipos de lectores. De acuerdo con las consideraciones ofrecidas en las líneas precedentes, puede sospecharse que Francisco Larroyo está fundando un tipo de lector especialmente atento y cuidadoso. Lectores atentos, de críticos o descuidados.

1. Citado de acuerdo con Jorge Luís Borges, Prólogos con un prólogo de Prólogos, p. 52. 2. En palabras de Borges, Emerson expresa una premisa que orienta toda su obra: “Los hombres de genio son verdaderos textos sagrados y que los hombres de talento, y los otros, son meros comentarios, glosas, escolios, tárgumes y sermones”. Jorge Luís Borges, Prólogos con un prólogo de Prólogos, p. 52. 3. Alejandro Rossi, Manual del distraído, Joaquín Mortiz, México, 2002.