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CONFLUENCIAS

Arturo Gutiérrez Luna Unidad de Estudios Jerezanos

El acercamiento a Francisco Larroyo implica el acercamiento a su obra. Reclama el avistamiento de sus ideas provisto por su lectura, propiamente la lectura. Tal trabajo de acechanza indispensable para reconocer su aporte pasa por la revisión estricta; exige la trazadura de la polifonía de las ideas planteado por el filósofo jerezano que nos ocupa.

En este sentido, es necesario afrontar la revisión de su obra; reconocer la altura, el ancho, admirar su profunda originalidad; el análisis de su pensamiento; la crítica de sus teorías. La reflexión sobre su aporte al pensamiento y a la cultura mexicana

La cultura que salva

Francisco Larroyo se ocupa durante años en la creación de un sistema de pensamiento mediante el cual se propone la reivindicación del paradigma de la cultura. Desde su perspectiva, la cultura representa el encuentro artístico, creativo, estimulante, con las mejores obras, de los mejores seres humanos, de todos los tiempos. Su idea de la cultura reconoce asumir la actuación madura capaz de obviar la actuación marcada por el capricho y lo advenedizo. De acuerdo con Larroyo, la cultura se reconoce en el cultivo de lo culto.

Larroyo humanista

El estudio de Francisco Larroyo resulta en la expedición irrenunciable para el descubrimiento del sistema de su pensar. Francisco Larroyo realiza una labor como humanista de manera que todo aquello que minimice esta condición, falsea su verdadero quehacer intelectual y, adicionalmente, falsifica sobre su visión de largo alcance.

Esta perspectiva que reconoce el humanismo en Francisco Larroyo admite la observación de los alcances diferenciados capaces de incidir en varias áreas de conocimiento con el mayor rigor posible. Su labor resulta un quehacer absolutamente profesional cuyo escrúpulo académico lo hace todavía pertinente.

La fundamentación teórica

Durante su vida, Larroyo ha dado muestras del compromiso que lo presenta en calidad de intelectual crítico de las ideas predominantes en la época. Su labor reflexiva se despliega paulatinamente hasta establecer los fundamentos teóricos para el desarrollo de la producción social.

En su obra destaca el quehacer reflexivo que indaga en la formulación de fundamentos teóricos productos de la investigación de su circunstancia. De manera que su obra resulta anclada a la realidad, afincada en su contexto, con tal de inventar salidas pertinentes a grandes problemas de su siglo y el nuestro. Por ello Larroyo resulta un pensador absolutamente pertinente.

A manera de conclusión

El prodigio de su gran obra permanece a la espera sopese el aporte de su obra, más allá de opiniones infundadas, descolocadas, preferentemente afincadas en el extravío que en la documentación verificable. Acaso habrá que reconocer la maravillosa experiencia del encuentro con Larroyo. Requiere procurar la conversación y el debate. Reclama la discusión permanece alerta. Tal encomienda es tanto nuestra como irrenunciable.

Estamos invitados todos. Los trabajos de rescate de la obra recién ha comenzado. La sociedad jerezana puede y debe recuperar la enseñanza de Larroyo según la cual, el rescate será con pleno conocimiento de causa o no prosperará. En todo caso, la encomienda requiere lectores atentos, sabios consejeros, cómplices, agentes impulsores.

Cuestión de honor, hemos de insistir todavía por un tiempo en conceder honor a quien honor merece. Es posible imaginar a la sociedad zacatecana en comunión para honrar como se merece el ilustre filósofo jerezano quien durante toda su vida ha ofrecido un persistente trabajo intelectual digno, austero, lo mismo que contundente.

A fin de cuentas, esta jornada de lealtad ante su obra reclama de los jerezanos el emprendimiento de una cruzada cultural por Francisco Larroyo.