El sobrepeso y la obesidad en México continúan en aumento, según revela la Encuesta Nacional de Salud 2022. Si bien se observa un ligero cambio en la condición de obesidad y sobrepeso en adultos, el crecimiento no es comparable al período previo a 2012. Sin embargo, la situación es más preocupante en el caso de los niños escolares y adolescentes.

El Dr. Simón Barquera, del Instituto Nacional de Salud Pública, enfatizó la necesidad de redoblar esfuerzos en la regulación de alimentos ultraprocesados y aumentar los impuestos a los refrescos para combatir esta problemática. Destacó que las políticas implementadas, como los impuestos a los refrescos, el etiquetado de productos y los avances en la lactancia materna, están comenzando a tener efectos positivos en la reducción del sobrepeso y la obesidad.

Antes de la implementación de estas políticas, se estimaba que para 2025 casi el 85% de la población padecería sobrepeso u obesidad. Sin embargo, gracias a las medidas tomadas, se ha logrado frenar el crecimiento acelerado de esta condición.

La encuesta también reveló que aproximadamente 1.3 millones de niños en México presentan desnutrición, reflejada en una baja talla. Esta problemática no se limita a las zonas de mayor pobreza, sino que también se encuentra presente en la Ciudad de México y el Estado de México.

El Dr. Juan Rivera Domarco, quien ha estudiado el tema desde el año 2000, subrayó que México es uno de los países de América Latina con mayor rezago en desnutrición crónica. La prevalencia de baja talla en 2022 es del 12.8%, habiendo experimentado un estancamiento desde 2012. Se enfatizó la necesidad de dirigir los programas hacia las regiones con mayores problemas de desnutrición crónica.

En cuanto al sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes, se observa un aumento constante. En 2022, el 37% de los niños presentaba sobrepeso u obesidad, mientras que en adolescentes la cifra alcanzó el 41%. En el caso de los adultos, el 36.9% vive con obesidad y el 38.3% con sobrepeso. La prevalencia de obesidad aumentó un 21.4% entre 2006 y 2022.

Además, se destacó la relación entre la obesidad abdominal en adultos y otras enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia y enfermedad cardiovascular. La encuesta reveló que casi la mitad de los adultos padece hipertensión, y tres de cada cinco no habían sido diagnosticados. Es preocupante que aproximadamente un tercio de los adultos no tome acciones para monitorear o controlar su condición.

Ante estos hallazgos, es evidente la necesidad de intensificar los esfuerzos para combatir el sobrepeso, la obesidad y la desnutrición en México. Es fundamental continuar implementando políticas efectivas, promoviendo una alimentación saludable, fomentando la actividad física y concientizando sobre la importancia de adoptar un estilo de vida equilibrado para garantizar una mejor salud y bienestar para toda la población.