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Aspirinas

Por Antonio Sánchez González.

Médico.

   Durante décadas los médicos y la cultura popular hemos asumido que la aspirina puede prevenir recaídas de ataques cardíacos y derrames cerebrales: es un hecho que en medicina llamamos prevención secundaria. Y hasta hace poco, los datos que teníamos los médicos también se inclinaban hacia un beneficio para la prevención primaria y, también, la cultura popular ha dado como hecho que la aspirina previene el mismo tipo de eventos en personas que nunca han sufrido el primero. Algunos estudios clínicos sobre este tema incluso sugirieron que podría haber un beneficio en términos de mortalidad por todas las causas y, tentadoramente, una reducción en el riesgo de cáncer de colon si todos tomamos una aspirina diaria.

   Pero hace dos semanas todo cambió. Entonces aparecieron los resultados de un ensayo clínico que analizó los resultados de la aspirina recetada para la prevención primaria de en 15000 pacientes con diabetes. Si bien hubo un modesto beneficio en términos de reducción de los eventos cardiovasculares, un aumento bastante significativo en el riesgo de hemorragia mayor debida a aspirinas empezó a provocar una pérdida de entusiasmo.

   Casi simultáneamente, un segundo ensayo en el que se estudió la evolución de 13000 pacientes con riesgo cardiovascular moderado dio como resultado que la aspirina no tuvo efecto sobre la muerte por cualquier causa en todo ese grupo de pacientes, ni por infartos del corazón ni por embolias cerebrales.

   Y ahora, el acabose para la legendaria confianza que hemos tenido en la aspirina viene en la forma de un trío de artículos publicados en la prestigiada New England Journal of Medicine, que examina los resultados de otro estudio de investigación médica, curiosamente llamado ASPREE, que pinta una imagen de la aspirina aún más sombría.

   El ensayo ASPREE fue un gran estudio, en el que se estudió la evolución de casi 20000 personas, casi todos adultos mayores de 70 años, un grupo que se esperaba que corriera un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o de morir. El objetivo primario del estudio era investigar cuántas personas en ese grupo morían, caían en demencia o discapacidad, en un esfuerzo por dibujar el hecho de que, en una población de mayor edad, simplemente vivir más tiempo no es siempre el único objetivo.

   Y aún más, en este estudio ASPREE, la aspirina no tuvo efecto benéfico en la búsqueda de los objetivos primarios de tal investigación. Baste decir que los resultados fueron muy extraños: considerando el riesgo de morir por cualquier causa, los resultados del estudio indican que el peligro de perder la vida es mayor para las personas que tomaron aspirina que para quienes no lo hicieron.

   Pero, no se asuste, no hay que correr a tirar la caja de aspirinas porque, afortunadamente, las tasas de mortalidad absoluta en ese estudio fueron realmente bajas. Por cada 100 pacientes que los médicos trataron con aspirina en ese estudio, se producía una muerte extra en un período de 5 años. Esto es muy pequeño, pero, aun así, esa muerte parece debida a la aspirina. ¿Qué pasó con la droga maravilla?

   Impulsados ​​por estos extraños hallazgos, los investigadores de esos pacientes examinaron las causas de la muerte. Y el hallazgo fue que en esos pacientes tasa de nuevos diagnósticos de cáncer y de muerte por cáncer fue ligeramente mayor entre los que tomaron aspirina en comparación con los que no lo hicieron. Esto va en contra de lo que nos han dicho sobre la aspirina en el pasado.

   Al respecto aplica la regla número uno en investigación médica, y es que un estudio no prueba nada. Un estudio puede sugerir. Un estudio puede generar dudas, pero un único estudio médico nunca es prueba incontrovertible. Así que, por el momento no se puede asumir que la aspirina causa cáncer.

   Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Ha cambiado algo? Indudablemente. Todo esto significa que somos mejores para prevenir las enfermedades del corazón que en el pasado. Tratamos el colesterol y la presión arterial de manera más agresiva y administramos la diabetes mucho mejor. Y por eso, ahora la aspirina tiene ahora un papel menos importante.