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Ahí viene el mes del testamento

Jaime Santoyo Castro

Septiembre es, desde hace más de quince años, el mes del testamento, porque en este período los notarios de toda la República reducimos nuestros honorarios en un 50%, además de otorgar orientación e información a quien lo solicite. El objetivo de esta iniciativa de los notarios fue la de propiciar la cultura del testamento, con la certeza de que en la medida de que la gente dicte su testamento, se reducirán conflictos familiares.

Cuando en el seno de la Asociación Nacional del Notariado Mexicano se acordaron estas medidas, también nos comprometimos los notarios de las entidades a promover las reformas necesarias a los Códigos Civiles para eliminar o disminuir el requisito de la existencia de tres testigos porque este era uno de los obstáculos para que las personas no hicieran testamento. Es frecuente escuchar al testador que no quiere que personas extrañas a su familia se enteren de sus disposiciones testamentarias. En muchos estados de la República se logró eliminar tal presupuesto, de manera que con la sola presencia del testador, los notarios redactan sus disposiciones de última voluntad, pero lamentablemente en Zacatecas no ha habido eco, no se ha querido o no se ha entendido la necesidad de simplificar para darle cauce a un mayor número de testamentos y como consecuencia, para propiciar paz y tranquilidad.

En ésta época, agravada por la epidemia del COVID, que hace más complicada la situación porque se dificulta enormemente conseguir a tres personas de confianza para asistir a quienes desean hacerlo, se hace muy necesaria la sensibilidad de los legisladores locales que se estrenarán precisamente en el mes de septiembre, que es el mes del testamento, para que revisen el Código Civil del Estado y platiquen abiertamente con abogados, magistrados, jueces, docentes, notarios para modernizar y flexibilizar las disposiciones legales y permitir que la población acuda ante los notarios del Estado a dictar disposiciones testamentarias sin riesgos de que la voluntad dictada se filtre y también sin riesgo de que se provoquen contagios entre los testigos, el testador, el personal de las notarías y el notario.  

En tanto esto se logra, con las normas actuales, ojalá y no dejen pasar la oportunidad de hacer su testamento.