La Pandemia, la violencia y un gobierno incapaz de manejar ambas crisis, los factores

El 2020 quedará marcado en la historia de México como el año más mortal para nuestro país, luego de los datos que dio a conocer el INEGI el jueves pasado, indicando que en México se registraron más de un millón de muertes durante ese año, observándose un exceso de mortalidad de 326,921 personas, es decir, 43.6%.

Esta información sale a la luz casi a la par que los mexicanos nos preparamos para las festividades y conmemoraciones con motivo del Día de Muertos, pues la manera en que nosotros abordamos el tema de la muerte es muy particular y forma parte de la cultura e identidad de los mexicanos.

Pero las cifras dadas a conocer por el INEGI están lejos de ser causa de orgullo; muestran a un país en medio de una “tormenta perfecta” donde a la crisis de violencia ya fuera de control, se sumó la crisis sanitaria y un gobierno incapaz de manejar ambas problemáticas; para esto sólo hay que recordar algunas de las declaraciones del Dr. Hugo López-Gatell como aquella de que los cubrebocas no eran útiles o que no había necesidad de vacunar a menores de edad. Además de las muchas deficiencias del sector salud como la dificultad para hacerse una prueba de COVID-19 de las que aquí mismo hemos dado cuenta. No han sido pocas las ocasiones en que la estrategia del gobierno mexicano va en contra de las recomendaciones de la OMS y la comunidad científica.

Con respecto a inseguridad, ni hablar de los resultados de la estrategia de los “abrazos, no balazos”.

Volviendo a las cifras del INEGI: “A partir de la metodología de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) e información del periodo 2015-2019, se esperaban durante 2020 un total de 749,496 defunciones en México y ocurrieron 1,076,417, por lo que se tiene un exceso de mortalidad por todas las causas de 326,921, equivalente al 43.6%”, dijo vía Twitter el presidente del Inegi, Julio A. Santaella.

A esa cifra hay que sumar 12,326 muertes con registro extemporáneo para un total de 1,086,743 defunciones.

Durante 2020, 92.4% -1,004,083 casos- de las defunciones se debieron a enfermedades y problemas relacionados con la salud, el 7.6% restante -un total de 82,660 casos- se debieron a homicidios (36,773), accidentes (32,356), suicidios (7,896) y eventos de intención no determinada (5,573).

Según el INEGI, y a diferencia de los datos del Gobierno federal, hubo un alza de los asesinatos al pasar de 36,661 en 2019 a 36,773 en 2020.

Los datos facilitados por el instituto confirman que en México existe un desfase entre los muertos por Covid que diariamente reporta la Secretaría de Salud frente a los reportes de exceso de mortalidad, tanto generales como asociados al coronavirus.

El 1 de enero de 2021, las autoridades reportaron que, hasta el día anterior, había 126,507 muertos por Covid-19. Pero el INEGI informó que en realidad hubo 200,256 muertes por Covid-19 en todo 2020.

Sin embargo, el exceso de mortalidad fue de 326,921, es decir, hubo 126,665 muertes que no se esperaban en el año y que no han sido registradas como causadas por COVID-19 ni por hechos delictivos.