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Urgente reanudar los trabajos de restauración el la Parroquia

El INAH y Secretaría de Obras Públicas del estado siguen en contacto con respecto al tema, pero sin otorgar una respuesta

Hace 3 meses DIÁLOGO se dio a la tarea de investigar el motivo de la suspensión del proyecto de restauración de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, y es desde entonces al día de hoy que sigue sin haber respuesta ante los aplazamientos que ha enfrentado la obra.

De nueva cuenta nos pusimos en contacto con la empresa responsable de la restauración, quien menciona que la última información recibida el 28 de febrero del año en curso por parte del INAH y la Secretaría de Obras Públicas del Estado es que se siguen realizando las gestiones en conjunto para reanudar el proyecto lo antes posible, pero no se tiene aún una respuesta favorable y concreta por parte de ninguna de las instancias, habiendo pasado ya casi un mes desde que se recibieron dichos comunicados.

Mientras tanto, la suspensión sigue afectando la obra al generarse nuevas fisuras y continuando con su movimiento natural de la estructura, mientras que los lugares aislados permanecen inmóviles. Esto añade también un problema económico ya que el presupuesto asignado no será suficiente debido a las nuevas grietas que tendrán que ser reparadas, lo que provoca que uno de los compromisos que la empresa tenía era dar tratamiento a la duela del piso, trabajo que tendrá que sacrificarse para dar mantenimiento al deterioro que se sigue generando.

“La situación es grave, creo que no se le ha dado la atención que merece y se están provocando daños al templo que se pudieron haber evitado”, nos comentan.

Es importante recalcar que la empresa a cargo del proyecto sigue presionando a las instituciones encargadas con la urgencia de poder terminar la restauración y evitar más daños al inmueble, que lleva suspendida desde el 10 de octubre del año pasado, habiéndose realizado diversas reuniones de las cuales no surge ninguna respuesta concreta.

Actualmente ya se ha pedido apoyo a la Junta de Conservación de Monumentos y a la UNESCO para así proteger al inmueble de más daños, destacando tres factores principales de afectación: los movimientos por tensión provocados por el apuntalamiento, los asentamientos provocados por el cambio de humedad en el subsuelo y la rigidez del pilar inconcluso y apuntalado.

Esperemos que el INAH y la Secretaría de Obras Públicas den la debida atención al asunto, ya que tanto los estructuristas de la empresa, del Colegio de Ingenieros de Jerez y de Obras Públicas del Estado coinciden en que es de suma urgencia continuar con la obra y así evitar daños aún mucho mayores.