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Sergio Cárdenas, Premio Nacional de Artes y Literatura 2021

Amparo Berumen

En 2019 celebró Sergio Cárdenas 50 años como compositor musical. Ya lo había anunciado él con sus palabras: “El 29 de junio de 2019, estaré celebrando el cincuentenario de la primera exposición pública de una obra musical de mi autoría.

La lista de quienes se han aventurado a exponer obras musicales mías es larga y ancha: me honra mucho, me mueve al agradecimiento perenne por tan enorme distinción”. Y comparte nombres de solistas, directores, orquestas y ensambles de Suiza, Alemania, Italia, Francia, Rusia, Polonia, España, Egipto y, por supuesto México.

El catálogo de sus composiciones abarca casi las 120 obras para diversas combinaciones instrumentales y/o vocales que, en su mayoría, han sido estrenadas con éxito en Alemania, Austria, Italia, Polonia, Suiza, Estados Unidos, Bélgica, Egipto y México. Asimismo, otras tantas han sido grabadas por agrupaciones extranjeras y ensambles nacionales.

En Junio de 1969 Sergio Cárdenas estudiaba en la Escuelas de Música Sacra del Seminario Teológico Presbiteriano, recibiendo la invitación de la Directora a dirigir el coro y a estrenar una pieza de su autoría en la ceremonia de graduación, decidiéndose él por la más reciente: “Oh, sálvame, Dios de amor”. Y aquí empezó la historia cincuentenaria… Sergio Cárdenas nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas. En 1975 fue titulado con Mención Honorífica en Dirección Orquestal, por la Escuela Superior de Música Mozarteum (hoy Universidad de la Música), de Salzburgo, Austria.

Es el único mexicano que ha ocupado la dirección titular de organismos sinfónicos de Alemania, Austria, Egipto y México. Fue director artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, de 1979 a 1984, cuando apenas tenía 27 años –cariñosamente le decían Gerber von Cárdenas en clara alusión a Herbert von Karajan. Ya en 1986 fundó Sergio Cárdenas la hoy Filarmónica de Querétaro. Su actividad como director huésped y/o titular de orquestas le ha permitido exitosas experiencias en África, América, Asia y Europa, ante orquestas y públicos de más de 20 países y con ensambles tan reconocidos como las Filarmónicas de Munich y Stuttgart, la Staatskapelle Weimar, la Philharmonia Orchestra de Londres, así como giras internacionales al frente de orquestas de Alemania, Polonia, Lituania, Egipto y México.

Sí. Fue en 1969 cuando se escuchó por primera vez en público una obra de este compositor mexicano nacido en Tamaulipas. Entre los intérpretes más connotados de sus obras se cuentan Sir Simon Rattle, Guadalupe Parrondo, Los 12 Violonchelistas de la Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica Nacional de México, así como diversas orquestas, conjuntos corales y solistas de Alemania. Y nos cuenta el Maestro Cárdenas: “En los albores de mi devenir en tanto que director sinfónico (al frente de la Sinfónica de la hoy Universidad de la Música “Mozarteum”, de Salzburgo, Austria), me llenaba de emoción el entusiasmo con el que los jóvenes integrantes de ese ensamble, que en la gran mayoría eran alemanes y/o austriacos, llegaban a nuestros ensayos para abordar obras de “sus” compositores. Tocábamos muchas obras de Mozart, el héroe local, alternando con páginas célebres de Bach, Beethoven, Schubert y Brahms.

El entusiasmo de “mis” músicos era en verdad contagiante entre ellos mismos, hacia mí, y hacia el público que nutrido asistía a nuestros conciertos. Les oía decir uno al otro: “¿Te das cuenta? ¡Estamos tocando Mozart!” Y me quedaba yo con la impresión de que ese hecho, en lo aparente insignificante, constituía de igual manera una contribución a su crecimiento interior, una ampliación de su dignidad cultural, una reafirmación de la grandeza de un legado musical, legado que lo sentían muy suyo: una propiedad ciertamente intangible que los identificaba.

“Cuando asumí la dirección artística de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, descubrí, de golpe, una suerte de carencia, quizá de dimensión escandalosa, en relación con esa que en su momento fue la más alta posición musical de México: mi conocimiento de la música sinfónica de México era casi nulo. Y eso estando justo al frente del organismo que más música mexicana tenía en su repertorio. Inicié, entonces, una travesía que me llevó de asombro en asombro al ir descubriendo un corpus musical contundente, variado, de gran riqueza, con gran expresividad y con un sello distintivo: ese corpus sonoro me descubría la grandeza de México”.

El Festival Internacional Cervantino encargó a Cárdenas, para su edición número 34, la composición de la obra BEETHOVEN VISITA MÉXICO, para solistas vocales, solistas instrumentales, coro mixto y orquesta sinfónica, la cual fue estrenada mundialmente con enorme éxito en la ciudad de Guanajuato el 20 de octubre de 2006, bajo la conducción del compositor.

En junio de 2007, Cárdenas asume la presidencia de Música de Concierto de México, S. C. Algunos estrenos mundiales de obras de su autoría han tenido lugar el 4 de marzo de 2009, en la imponente Sala de Conciertos de la Filarmónica de Berlín, Alemania, cuando Los 12 Violonchelistas de la Filarmónica de Berlín tocaron su pieza HUAPANGOS. El 12 de octubre de 2009, en el Teatro Metropolitano de Tampico, Zoltán Mácsai y la Filarmónica de Cámara de Polonia, conducidos por el compositor, estrenaron GUARDIÁN DE TU SOLEDAD, en el marco del Festival Internacional Tamaulipas.

El 21 de mayo de 2010, en el Teatro Amalia del Centro Cultural Tamaulipas de Ciudad Victoria, la Orquesta Sinfónica de la Escuela Nacional de Música-UNAM, conducida por Cárdenas, tocó el estreno mundial de su obra sinfónica BOLEROS SIN PALABRAS, para los Festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. Los 12 Violonchelistas de la Filarmónica de Berlín tuvieron a su cargo el estreno en el continente asiático de HUAPANGOS, en conciertos realizados en Corea del Sur, Japón, Taiwán y Vietnam entre el 1 y el 11 de julio de 2010.

En Octubre de este mismo año Cárdenas recibió de la Sociedad de Autores y Compositores de México, el reconocimiento “Trayectoria 25 y más”. Sergio Cárdenas se hizo acreedor a un homenaje nacional por el Festival Internacional de Otoño de Matamoros, Tam., 1996. El Festival Internacional Tamaulipas reconoció sus méritos en el homenaje nacional que le brindó en 2003.

El H. Congreso del Estado de Tamaulipas lo distinguió con el más alto reconocimiento que se otorga a los ciudadanos tamaulipecos, al imponerle la “Medalla Luis G. de Arellano 2007” y escribir su nombre en el Muro de Honor del recinto legislativo.

En esta ceremonia celebrada en el citado lugar, el homenajeado dijo: “… Ha sido el sentido, el rumbo de la música, de la gran música, lo que ha marcado mi vida. Referirse a la música es referirse a la suprema manifestación humana, que a través de los sonidos permite la identificación con el cosmos, manifestación cuya esencia es de índole divina y, por ende, es sublime por inaprehensible, universal por verdadera, irresistible por bella. Pero también es una fugacidad que nos brinda atisbos de eternidad, es una fragilidad poderosa, es una aventura del espíritu en los ámbitos de la abstracción, es, parafraseando a la psicoanalista francesa Julia Kristeva, “el tiempo y el espacio en el que el ‘yo’ se concede el derecho a ser extraordinario”.

Hoy nuestro Tamaulipeco de Clase Mundial, el Maestro Sergio Cárdenas, se ha hecho merecedor al Premio Nacional de Artes y Literatura 2021, máximo reconocimiento que otorga el Gobierno de la República Mexicana. Enhorabuena!