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Renueva diócesis consagración a Zacatecas

Irene Escobedo López

Hace cien años en tiempos de gran sufrimiento y tristeza, el papa Pio XI concedió la consagración de nuestra diócesis al Corazón de María.

Hoy ante la adversidad, la Iglesia de Zacatecas renueva la bendición de la consagración invocando la protección del Inmaculado Corazón de María hacia los fieles.

El equipo sacerdotal del Decanato Santo Domingo solemnizó este 26 de abril en la Catedral Basílica, la celebración del centenario de la Consagración de la Diócesis de Zacatecas al Purísimo Corazón de María con la cual se reabre la oportunidad para que los fieles renueven la consagración que se hiciera hace 100 años.

La eucaristía fue presidida por el grupo de sacerdotes del decanato Santo Domingo, una magna celebración que representa una oportunidad para renovar la bendición concedida por el Vaticano al pueblo católico de Zacatecas a principios del siglo XX.

Hace poco más de 100 años, eran tiempos difíciles marcados por la tristeza, el dolor, la angustia; había desterrados, perseguidos, y prevalecían distintas corrientes ideológicas, muchas de ellas en contra de la misma Iglesia.

Ante tanta adversidad, el pueblo de Zacatecas encabezado por su pastor, pidió a la Santa Sede que se declarara el Patronato del Espíritu Santo y del Purísimo Corazón de María para la diócesis, privilegio que fue otorgado el 26 de abril de 1922 por el papa Pio XI a través de la Sagrada Congregación de Ritos.

El historiador Bernardo del Hoyo describe el suceso:

“El Patronato del Inmaculado Corazón de María en la Diócesis de Zacatecas, se realizó el 26 de abril de 1922 por el Ilustrísimo Señor Obispo Doctor don Miguel de la Mora, por un edicto publicado y en la que menciona el citado Obispo que el Santo Padre se dignó declarar Patrona Principal de la Zacatecana Grey a la Augusta Virgen Madre de Dios en su dulcísima advocación del Purísimo Corazón de María”.

Para este acto, relata Bernardo del Hoyo, se mandó hacer una Imagen que se colocó en un altar de la Catedral de Zacatecas, imagen que aún existe, y que fue edificada en la ciudad de Guadalajara en el taller escultórico de Don Brígido Ibarra González.

La Coronación Pontificia de esta imagen se realizó el 8 de diciembre de 1954 por el Excelentísimo Señor Obispo don Francisco Javier Nuño, por un Breve otorgado por el Papa Pío XII, con fecha de 15 de julio de dicho año, y con motivo del Año Mariano Universal de 1954 para conmemorar el Primer Centenario de la Definición Dogmática de la Concepción Inmaculada de María.  

La devoción al Inmaculado Corazón de María data de 1836, nace en París donde se fundó una cofradía por el Abad Don Carlos Eleonor Dufriche Desgenettes; posteriormente se extendió por todo el mundo, pasó a Guadalajara a mediados del siglo XIX y posteriormente a la ciudad de Zacatecas, donde a petición del Señor Cura Don Juan José de Orellana, el Señor Obispo de Guadalajara Doctor don Pedro Espinosa aprobó la fundación de la cofradía el 15 de junio de 1855.

Este suceso provocó que la diócesis de Zacatecas, fuera inaugurada en 1864 bajo los auspicios de la Inmaculada Virgen María. El Patronato del Inmaculado Corazón de María en la diócesis de Zacatecas, acontecería medio siglo después, se oficializó por el Ilustrísimo Señor Obispo Doctor Don Miguel de la Mora.

Hoy a cien años de la Consagración, la Iglesia en Zacatecas ha renovado la protección e intercesión de la Virgen María, para que una vez más “su corazón sea refugio en la adversidad y que el Espíritu Santo conceda el fuego de su amor”, fue la proclamación de los sacerdotes del decanato Santo Domingo, encargados de concelebrar la misa para la celebración de este primer centenario.

Qué es una Consagración

La costumbre de consagrar personas al servicio divino y cosas para servir en el culto a Dios se remonta a tiempos remotos. Algunos ritos de consagración son mencionados en el culto temprano de los egipcios y otras naciones paganas. Entre las tribus semitas consistía en el triple acto de separar, santificar o purificar y dedicar u ofrecer a la deidad. En la ley hebrea la encontramos aplicada a todo el pueblo a quien Moisés, mediante un acto solemne de consagración, designa como Pueblo de Dios. Según descrito en el cap. 24 del Libro del Éxodo, refiere la enciclopedia católica.

El decanato Santo Domingo, describe el acto de la Consagración como el motivo para extraer todas las consecuencias que se derivan del bautismo, es decir un acto intenso de amor que hace presente o redirige nuestro corazón.

La Consagración se ha extendido para todos los fieles de la diócesis de Zacatecas que comprende la mayor parte del territorio del Estado de Zacatecas, además de las parroquias de Colotlán, Santa María de los Ángeles, Huejúcar, Mezquitic y Huejuquilla el Alto, que pertenecen al Estado de Jalisco y donde el 95 por ciento de la población es católica.