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Primero Detenlo y Después «Virigüas»

Jaime Santoyo Castro

Hace unos pocos días, el Fiscal General de la Repúbilca, Alejandro Gertz Manero, declaró que ”algunas unidades” del gobierno federal no respetan la presunción de inocencia. 

Esta declaración, en otros tiempos, hubiera causado el enojo del Presidente en turno; lo que en afortunadamente ahora ya no fue asi. Esta afirmación es una verdad expuesta, que no nos extraña, porque así ha sido históricamente. Las autoridades han actuado en muchas ocasiones deteniendo a presuntos responsables de ilícitos sin pruebas que acrediten su vinculación a hechos delictivos, o inclusive fabricándolas.

Por ello es justo destacar el valor del Fiscal, quien al reconocer esta realidad, asume esta grave falla en nuestro sistema penal, que involucra a la propia fiscalía que él conduce, pues deja al descubierto que en ciertas circunstancias se está violando el debido proceso en algunos de los casos que son de su competencia, y desata la preocupación en los organismos nacionales e internacionales por la presunción de que en nuestro país no se cumplen las recomendaciones que los órganos de los diversos tratados han hecho a México y en particular a la Fiscalía sobre la instrumentación de derechos humanos, el arraigo, la presunción de inocencia, y la persecución de crímenes de delincuencia organizada.

La presunción de inocencia garantiza que durante un juicio se pruebe la culpa y no la inocencia de una persona imputada de un delito, y se encuentra consagrada como una garantía procesal en múltiples acuerdos internacionales y en nuestra Constitución desde 2008, formando parte importante de nuestro sistema de justicia penal.

Es alentadora esta actitud responsable y transparente del Fiscal Gertz Manero, que marca una nueva ruta en el desempeño de la FGR, pues aún y cuando no señala específicamente a alguien, si revela sus intenciones de imprimir un cambio profundo a esta función, y deja entrever la certeza de que va a actuar enérgicamente contra quien viole esta presunción de inocencia, para terminar de una vez por todas con esta aberración que nos ha distinguido y que es tan conocida con la frase aquella de “primero detenlos y después viriguas”. Otra cuestión importante que se desprende de esta declaración del Fiscal, es que  deja ver que la autonomía de esta función va en serio. Ojalá y se conplemente con una revisión y actualización integral de nuestro sistema penal, poniendo énfasis en la prevención del delito, y en el sistema de reinserción y readaptación social.