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NADIE ESTÁ A SALVO

Irene Escobedo López

Si los esfuerzos del presidente de la república se centraran en atender los asuntos que verdaderamente preocupan al país, sin tener que estar haciendo marchas de proselitismo disfrazadas de aniversarios, ni lamentando las herencias del pasado, México no estaría de luto. Son muchas las víctimas de la delincuencia, este año casi 35 mil han muerto en homicidios y los delitos siguen sumando, son más de un millón 800 mil solo los del fuero común.

Aquí en este rubro podemos contar los delitos contra la libertad personal que son secuestros, tráfico de menores, raptos y que suman más de 21 mil en el país. Ya no se trata de estar comparando cifras sino de las consecuencias cada vez más dramáticas y dolorosas que están afectando ya a casi a todos los ámbitos, incluso a la superioridad, pues con la muerte del General Urzúa ya muchos de las altas esferas se pusieron a temblar, nadie está a salvo en este país, donde no solo la impunidad nos rebasa, también la saña, también la necesidad, la falta de valores y la corrupción sobre todo en policías municipales.

Por ahora se agradece que el gobernador David Monreal esta vez sí salió y a tiempo a dar la cara y encabezo también la conferencia donde se dio cuenta de los hechos, aunque la gente de Zacatecas quisiera saber, que significa en palabras pobres el “no vamos a desistir”, porque la desesperación sigue invadiendo a pueblos enteros, familias que tienen que hacer de cuenta que no pasa nada y continuar adelante.

Si el no vamos a desistir es seguir la misma estrategia donde la intervención de las Fuerzas Federales, como corporaciones aplaudibles y siempre con el mayor de los reconocimientos por su calidad probada y confiabilidad, también es cierto que las manos las tienen vendadas y urge desde hace 4 años que se les permita actuar y un ejército desmoralizado no sirve de mucho.