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Luna luna

AMPARO BERUMEN

Llevadme hacia el campo de las estrellas

entregadme de prisa a la luna llena…

Vinicius de Moraes.   

Estos días y noches de luna me han servido para reflexionar, para leer, para gustar deleitablemente elíxires espirituosos de uva y de maguey, y mirar la luna. Mirar el cielo contra el discurso soberano del miedo. Mirarlo a toda hora y todas las veces aquieta el alma, es como un acto religioso…

De pie y con las manos cerradas en la cintura, Jorge Yapur me hablaba siempre de las fases de la luna. Y sonreía yo en silencio al verlo como un genio benéfico, porque esos esclarecimientos me los había recitado en otras ocasiones, y volvían a tener los instantes sus signos subjetivos. Claras como una feria brillan las nubes –dice Borges. La luna nueva se ha enredado en un mástil./ La misma luna que dejamos bajo un arco de piedra y cuya luz/ agraciará los sauzales.

Con el nombre de LUNA bautizaron al satélite natural que gira alrededor de la Tierra. Y ha sido la luna cómplice de los amantes, objeto de adoración, de inspiración del hombre. También ha sido una guía para medir el tiempo, subsistiendo algunas creencias sobre la influencia que ejerce en los fenómenos terrestres, mas se ha jurado que la luna afecta solamente el movimiento de las mareas…

La luna da una vuelta completa alrededor de la tierra cada veintinueve días, doce horas, y cuarenta y cuatro minutos. Tras especializados estudios, el consenso general es que no hay vida de ninguna clase allí, y que posiblemente no la hubo jamás. Por girar sobre su eje de rotación, exactamente en el mismo lapso de tiempo que emplea en efectuar una vuelta alrededor de la tierra, sólo puede apreciarse uno de sus lados, permaneciendo el otro siempre oculto a la vista de los observadores situados en la tierra.

El 3 de octubre de 1959 el vehículo espacial soviético Luna 3, logró fotografías del lado oculto de la luna que fueron automáticamente transmitidas a la Tierra. Sobre estas imágenes consideradas muy exactas, ha podido trazarse un mapa del lado de la luna hasta entonces desconocido. Si se observa su movimiento desde la tierra, aparecerá desde la luna llena o plenilunio en que el disco se ofrece completamente iluminado, hasta la luna nueva o novilunio de entera oscuridad. Divididos en cuatro fases, estos cambios duran la cuarta parte del tiempo de la revolución total. La primera se cuenta desde la luna nueva hasta que aparece luciente la mitad del disco, y se la llama cuarto creciente. Desde el cuarto creciente hasta la luna llena, es la segunda fase. La tercera, desde el cuarto creciente hasta que sólo vuelva a aparecer iluminada la mitad del disco, llamada cuarto menguante. Y la cuarta fase, entre el cuarto menguante y la luna nueva.

Desde que Galileo hiciera en 1609 los primeros estudios utilizando su telescopio, la superficie de la luna ha sido constantemente observada. El mapa más antiguo que se conoce fue trazado en 1647 por Johannes Hevelius quien, tomando terminología de la geografía clásica y la mitología, asignó nombres a las regiones descriptas. Posteriormente, Giovanni B. Riccioli publicó en 1651 el Almagestum novum, dando a las regiones más pequeñas de la luna los nombres de astrónomos y filósofos ilustres, y designando a las zonas más oscuras como mares y océanos, nomenclatura que se conserva aún. En los tiempos siguientes, se publicaron de continuo mapas y luego fotografías de la luna cada vez más puntualizadas.

Después de lograr los soviéticos fotografiar el lado oculto, el astrónomo norteamericano Gerard P. Kuiper preparó en 1959 un Atlas Lunar, y en 1963 la fuerza aérea de los Estados Unidos publicó un mapa de la luna a escala de 1:1,000 000. Los vehículos espaciales norteamericanos Ranger transmitieron en 1964-65 millares de fotografías antes de estrellarse en la superficie lunar. Una serie de fotografías de gran valor científico fueron enviadas por la nave espacial soviética Luna 9, al lograr en 1966 el primer descenso suave en la luna, hazaña repetida ese mismo año por el Surveyor 1 norteamericano. Así se fueron multiplicando en unos cuantos años los conocimientos, hasta llegar al año crucial para la conquista de la luna: en mayo de 1969 la nave Apollo 10 la circunvoló, y los astronautas se desprendieron a bordo del módulo lunar para descender hasta apenas 15 kilómetros de la superficie…

Libres de toda influencia lunática, recordemos aquí que en la paranoia de la “carrera espacial” contra los rusos, y estando gravemente involucrado en la guerra de Vietnam, el presidente Richard Nixon tenía que realizar una hazaña para decir al mundo que seguían siendo los Estados Unidos de América. En la misión del Apollo 11, había que mostrar a toda costa imágenes que cumplieran con la expectativa de la gente, y tomó Nixon “una decisión angustiosa” con graves implicaciones de la Casa Blanca…. Bajo esta especie de conjuro lunático, el 20 de julio de ese mismo año 1969, el módulo lunar del Apollo 11 descendió sobre el Mar de la Tranquilidad, y el norteamericano Neil A. Armstrong tocó (a) la luna… Y había dicho Lorca: En el aire conmovido/ mueve la luna sus brazos/ y enseña, lúbrica y pura,/ sus senos de duro estaño…

amparo.gberumen@gmail.com