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EL TAMAÑO DEL FRACASO DEL INSABI EN ZACATECAS

En tres años de operación, el INSABI solo incorporó al 50 por ciento de los beneficiarios del Seguro Popular. Más de 800 mil zacatecanos sin seguridad social están a merced del IMSS Bienestar un programa que se enfoca en la prevención.

Irene Escobedo López

Esta semana la Cámara de Diputados reformó la Ley General de Salud para desaparecer al Instituto de Salud para el Bienestar INSABI, quedando en manos del IMSS Bienestar, programa limitativamente preventivo, la salud de más de 800 mil zacatecanos que hasta 2019 formaban parte de los beneficios del Seguro Popular.

Las cifras históricas las publica un informe de la Comisión Nacional de Protección en Salud, organismo que opero en México como órgano desconcentrado de la secretaria de Salud hasta antes de la llegada de la 4T al gobierno federal.

El documento, que contiene además información socio política del Estado de Zacatecas, nos acerca a datos importantes. Hasta 2020, un millón de personas carecían de seguridad social en Zacatecas, el 80 por ciento fueron atendidas por el Seguro Popular que nació en 2001 con la intención de brindar servicios médicos de manera integral a la población no afiliada a sistemas de seguridad social.

El Seguro Popular acaparó paulatinamente la afiliación voluntaria de la población que no contaba con seguridad social. Según el informe, el universo de atención en Zacatecas pasó de 9 mil 987 familias en el 2002, a brindar servicios de salud en 2012 a 319 mil 217 familias para finalmente en 2018 incorporar a 351 mil 570 familias.

El Seguro Popular, fue un sistema que logró hacer frente al enorme hueco que representa la falta de servicios médicos entre la población sin seguridad social y que a pesar de que el INEGI en sus estadísticas de derechohabiencia establece que el 79 por ciento de la población está afiliada al IMSS, ISSSTE, Pemex u otras instituciones de salud en la entidad, las estadísticas del Seguro Popular que aún sobreviven en la web, reflejan que el universo de atención que quedó a la deriva tras su desaparición en 2019, fue de 860 mil 567 zacatecanos.

La cobertura geográfica del extinto Seguro Popular era de 58 municipios, 2 mil 992 localidades, 26 unidades hospitalarias, 263 centros de salud, según datos de la Dirección General de Afiliación y Operación del entonces Seguro Popular.

Cuando en 2019 el gobierno de México dio por finiquitado al Seguro Popular se atendió la instrucción presidencial para la creación del INSABI. Surgió entonces una natural resistencia hacia el nuevo esquema que trajo limitados beneficios y abrió huecos significativos en la salud pública en México, vulnerando el derecho a la salud de una población que ha navegado entre esquemas de salud sexenales, sin que, para este sector, se consolide hasta ahora una real atención.

Poco pudo hacer el recién creado INSABI para lograr dar una atención continua a la salud de los integrantes de las familias que hasta 2018 estaban incorporadas al Seguro Popular en Zacatecas. La naciente institución, no lograría darnos un sistema de salud como el de Dinamarca, mucho menos igualarse en cobertura, atención y capacidad al Seguro Popular.

La falta de medicamentos, una atención deficiente y la limitada capacidad para atraer al total de los beneficiarios del también extinto Seguro Popular marcarían su destino. En tres años de operación el INSABI incorporó a 420 mil beneficiarios, que ante la falta de medicamentos y la escasa calidad del programa tampoco se sintieron como en Europa. Los que más padecieron la ineficiencia del nuevo sistema serían los niños con cáncer y los pacientes oncológicos. Las cifras de decesos a causa de la enfermedad fueron en 2019 el 12 por ciento de las muertes por enfermedad en México y 9 por ciento en 2020.

Las críticas al nuevo sistema de salud ahora fueron contundentes. El gobierno seguiría en la postura de desacreditar las opiniones de presuntos ‘adversarios’. Pero los medios daban cuenta también de la opacidad del programa y sus magros resultados. Se denunciaba la adjudicación de contratos directos, se otorgaron sin licitación 714 de 720 contratos. De acuerdo con PROCESO el INSABI violó de manera reiterada entre 2020 y 2021 la Ley de Adquisiciones.

El medio informó que estaban sin transparentar más de 18 mil millones de pesos en contratos públicos para empresas farmacéuticas, También se documentó por PROCESO que el INSABI perdió 920 millones de pesos porque pagó por adelantado mil respiradores a una empresa basada en Londres, Viva Enterprise Limitad, la cual sólo le entregó 50 equipos, a destiempo El estado de Zacatecas fue de los primeros en ser incluidos en el INSABI junto con Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

La desinformación fue una generalidad y entre los beneficiarios recién incorporados al programa había confusión mientras que la otra mitad, más de 400 mil zacatecanos no beneficiados, estaban necesitando de servicios de salud. Masivamente tocaron a las puertas del Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS y el propio delegado en Zacatecas Manuel Cavazos Melo detectó el caos e hizo un llamado “para que autoridades del Insabi expliquen las reglas de operación ya que los afiliados desconocen a cuál institución de salud acudir”.

La demanda de los servicios en el IMSS fue tal que, a inicios del 2020, el Instituto anunciaba que la atención médica para beneficiarios del desaparecido Seguro Popular tendría un costo. Colocó cartulinas con el mensaje en todas sus unidades médicas, incluyendo los costos. Los precios se exhibieron en todos los hospitales y variaban desde los 83 pesos a los 42 mil 864 pesos. Manuel Cavazos Melo detallaría también que el costo de un traslado en ambulancia sería de mil 978 pesos, la consulta familiar 783 pesos, la de urgencias mil 164 pesos, mientras que la hospitalización por día entre 8 mil 333 a los 37 mil 410 pesos.

La propuesta para una población pobre, desprotegida y necesitada de atención médica era tomar o dejar A la confusión se agregó la tentativa de desacreditación hacia los servicios de salud de las farmacias particulares de genéricos que brindan atención médica a la población de escasos recursos y sin derechohabiencia.

Hugo López Gatell habría dicho que serían cancelados los servicios de los consultorios anexos a farmacias. Las crueles medidas abonaron en el ánimo de la población y la opinión pública influyó para que más tarde el presidente Andrés Manuel López Obrador, saliera a contradecir al subsecretario de salud. El INSABI mientras tanto continuaba sin pies ni cabeza.

El revés para el gobierno llegó cuando después de muchos tropiezos del programa, la Cámara de Diputados aprobó finamente desaparecer el Instituto de Salud para el Bienestar. Los legisladores formalizaron también que el IMSS Bienestar será el programa encargado de absorber la atención a la población no derechohabiente. El modelo de esta institución se basa en un enfoque preventivo, de primer y segundo nivel y cirugías en jornadas quirúrgicas de unidades móviles aleatorias.

El IMSS bienestar actualmente atiende a 11.6 millones de personas en México y migrantes en tránsito. Cuenta con 3 mil 622 unidades médicas. Opera desde hace 40 años para dar servicio de medicina preventiva principalmente, para la población marginada del país.

El IMSS Bienestar que se pretende incorpore a los casi 900 mil zacatecanos que se quedaron sin Seguro Popular, y ahora sin INSABI más los no derechohabientes, anteriormente se denominó Progresa, posteriormente Oportunidades, luego Prospera. El gobierno federal confía en que con la incorporación al IMSS Bienestar se garantice la universalidad y gratuidad de los servicios médicos.