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Indignaciòn ha causado a los Zacatecanos los generosos estímulos a Funcionarios

Esto cuadruplicaba lo que aparentemente recibían

Nuevamente Zacatecas ha ocupado las primeras planas en diarios nacionales; en esta ocasión en el periódico Reforma, donde se hacen señalamientos a la simulación sobre sueldos o percepciones austeras durante la administración de Miguel Alonso, principalmente de funcionarios de primer nivel y mandos medios.

Dicha simulación se estuvo dando, sobre todo en los últimos cuatro años, donde se revela ahora que dicho gobierno gastó 2 mil 93.9 millones de pesos en bonos a servidores públicos especificados como “estímulos”, con lo cual, según el salario nominal que se hacía público, este se triplicaba o cuadruplicaba, según el caso y el nivel del funcionario.

Con anterioridad se había solicitado dicha información por parte del Instituto Zacatecano de Acceso a la Información, según lo declaró su Comisionada Presidenta Norma Julieta del Río y es hasta ahora, cuando al fin, la Secretaría de Finanzas reveló los datos que por conducto de la exdiputada y exaspirante a la alcaldía de Zacatecas, Soledad Luévano, ha llegado a los diversos medios de comunicación, ocasionando un alboroto generalizado, además de las consabidas declaraciones de los involucrados en esa llamada “nómina secreta” asi como autoridades de Finanzas que reclaman y argumentan la imprecisión de tales cifras que indignan a los zacatecanos, que han vivido tiempos difíciles por el mal manejo de recursos públicos de la pasada administración estatal y encima de todo esto, se entera de los generosos estímulos que Miguel Alonso le otorgaba  a su funcionarios, lo cual es una burla para el ciudadano común, que ahora debe pagar más impuestos para resarcir los daños que la irresponsabilidad de los que se fueron con las bolsas llenas nos heredaron.

Por ejemplo, un Secretario del gabinete, de acuerdo con el tabulador oficial, tenía un ingreso mensual de 32 mil 149 pesos; sin embargo, recibía 120 mil pesos como pago de «estímulos».

En el caso del exgobernador Alonso Reyes, actualmente director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), de acuerdo con el tabulador oficial, percibía un ingreso mensual de 54 mil 797 pesos; sin embargo, por bono de estímulo se le pagaban adicionalmente 98 mil 432 pesos.

«También detectamos un pago a nombre de Édgar Guerrero Ortega, quien recibía un pago de 130 mil pesos mensuales y esta persona no se encuentra en ningún organigrama del Gobierno, por lo que sospechamos que se trata de un prestanombres del exgobernador», indica Soledad Luévano cuya asociación logró que se abrieran los datos vía Transparencia.

Estas remuneraciones permanecieron ocultas durante toda la administración, debido a que la Secretaría de Finanzas obstaculizó el acceso a la información.

Posteriormente a la publicación en el citado diario nacional, en Zacatecas La Jornada publicó el miércoles una relación completa de quienes en conjunto recibieron esos 2 mil 93 millones de pesos, que obviamente engrosaron la deuda de Zacatecas, que tenemos que pagar entre todos.

La austeridad que presumía Miguel Alonso no era tal y el concepto de estímulos a funcionarios está contemplada en la ley, lo cual es avalado por legisladores que siempre aprueban el presupuesto sin ninguna traba al ejecutivo, porque ellos también reciben su parte al actuar sumisos y complacientes con el gobernante en turno.

Fue en definitiva una simulación del gobierno alonsista que para nada fue austero, así como simulan siempre los legisladores muy aguerridos para aparentar ser legítimos representantes y luchadores por las causas del pueblo, pero que finalmente estiran la mano para recibir también, sus generosos estímulos por el “cumplimiento de su deber”.