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EXIGEN UNIVERSITARIOS SE IMPLEMENTE MODELO DE UNIVERSIDAD SALUDABLE

Estudiantes de medicina salieron a las calles para exigir la activación de protocolos de salud mental en la UAZ. Acusan acoso académico, emocional y sexual. El suicidio de dos estudiantes podría ser consecuencia de ello.

Hasta 135 suicidios podrían haber ocurrido en Zacatecas en lo que va del año.

Batas blancas, letreros y consignas con “vivos nos queremos, ni una bata blanca menos”, fue el escenario bajo el que, para cerrar la semana, transcurrió la marcha organizada por estudiantes de la Unidad Académica de Medicina de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Los contingentes avanzaron por las principales calles de Zacatecas en protesta por el suicidio de dos estudiantes, que podría ser consecuencia del acoso académico, emocional y sexual que dicen recibir por parte de personal docente, de la institución, sin que, hasta ahora, la Defensoría ni la UAZ hayan atendido sus denuncias. Los estudiantes de medicina, organizados en contingentes y portando sus uniformes, confirmaron a travès de una manifestación su inconformidad por las presiones de las que son objeto por parte de los profesores y en demanda de que se implemente un modelo de universidad saludable.

El trato que un estudiante de medicina puede recibir en la UAZ. Los futuros médicos refieren que la Máxima Casa de Estudios permanece en total quietud, distraída de todas las consecuencias que como estudiantes enfrentan día a día en su salud mental. No hay lugar para débiles En la Unidad Académica de Medicina, es el primer día de clases. Los aspirantes a doctores se presentan puntuales a sus clases. Vestidos de blanco de pies a cabeza, impecables en su aspecto.

La mayoría tiene una intachable conducta, es irreprochable también su nivel académico. Para llegar hasta aquí han debido pasar varios filtros. El ojo de la aguja es estrecho y por ahí solo han pasado aquellos que reúnen el perfil y la fuerza para sobrellevar la carga. En el aula, todo es expectación, los maestros hacen su aparición uno a uno.

Lo primero que llega es la advertencia. “no les extrañe acabar en psiquiatría”. “Aquí no es lugar para débiles. “Al 90 por ciento de ustedes se les acabará prescribiendo antidepresivos”. “El trato cruel será un entrenamiento para lo que sigue”, “Allá afuera (hospitales y clínicas) está peor, no tendrán piedad de ustedes. Serán igual o menos que la basura”. Este es el modus operandi, el “entrenamiento” extracurricular al que, un aspirante a médico recibe por parte de docentes de la Unidad Académica de Medicina de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

Los estudiantes dicen que todos los días se les recuerda que son “incapaces”, que no son “nadie”. Muchos provienen de entornos desde donde vienen fortalecidos. Otros arrastran consigo vulnerabilidades que los volverán totalmente indefensos y a disposición de cuanta amenaza y humillación les alcance. La ayuda no fluye. Los módulos de atención psicológica de la propia universidad, a los que podrían acceder siempre están “saturados” o de vacaciones.

En el plano académico sin importar la fragilidad emocional, que es una constante hoy en dìa entre los estudiantes de todas partes del mundo y que en ocasiones el alumno ya trae consigo, otras veces la adquiere en el desarrollo de su vida universitaria, aquí ninguna condición individual importa. La mano dura y la crueldad es pareja.

Tanto los estudiantes de semestres avanzados como los de nuevo ingreso ahora se enfrentan a todo tipo de tratos inhumanos. Arrastran también la disfuncionalidad que creó la pandemia, las clases online y la falta de socialización. Save the Children publicó recientemente que tres cuartas partes de la población estudiantil en el mundo, unos mil 200 millones de estudiantes, fueron afectados por el cierre de escuelas y universidades en más de 120 países, jóvenes que presentan una condición endeble que los hace aún más vulnerables.

En la escuela de medicina, la carga de trabajo es dura para todos: estudiar (por lo menos dos horas diarias por materia después de clases, hacer trabajos, exponer, memorizar y disponerse a dormir un promedio de 2 horas al día y que nadie se permita obtener un 6 o 7 de calificación porque equivale a reprobar. Solo se les respetará si demuestran dotes de “eminencia” y no siempre.

Los estudiantes de medicina deben además tener en cuenta el carácter muchas veces hostil del docente. Los maestros no son de trato fácil, hay protagonismo, egocentrismo, explican. Es frecuente que lleguen de malas, les es cotidiano manejarse con desdenes, desprecios, ofensas, en una palabra, los desarman dicen, esto sin considerar que las alumnas son continuamente objeto de acoso.

Detrás de todo, permanece el silencio desde la parte oficial, pero también desde la defensoría el tema no trasciende. Es una formación militarizada, acusan y explican: Diego y David no pudieron con la carga emocional y se suicidaron. David estaba casi por graduarse. La misma suerte han corrido compañeros internos que prestan sus servicios en los hospitales de Zacatecas”. Aseguran que los casos más recientes han ocurrido en el Hospital General de Fresnillo. De los casos de suicidio de estudiantes y pasantes de medicina en Zacatecas, no hay datos precisos.

Las estadísticas de delitos del fuero común suelen “disfrazar” la pérdida de vidas debidas a “auto lesiones infringidas”, dentro de la categoría de “otros delitos que atentan contra la vida y la integridad corporal” delitos que no son homicidios, tampoco feminicidios ni lesiones, pero que derivan en suicidio, según se aclara dentro del manual para la clasificación y definición de conductas delictivas del nuevo formato de incidencia delictiva publicado por la Secretaria de Gobernación y la Secretaria de Seguridad Ciudadana.

De esta manera, dentro de la categoría señalada, el número de suicidios en Zacatecas es sorprendente: 135 aparentes suicidios en lo que va del año, 377 durante el año pasado y 427 en 2021. En el país los suicidios son la tercera causa de muerte en adolescentes entre 15 y 19 años. Instituciones de prestigio como la UNAM llevan a cabo estrategias de apoyo como el proyecto Guardián.

Cuando la depresión es intensa, comienza a estar acompañada de sensación de sobrecarga, de no pertenencia y de desesperanza, “entonces los Guardianes son estas personas que aprenden a estar mucho más atentas a cuando un joven puede decir cosas como ‘preferiría ya no estar en este mundo’, ‘para qué nací’, ‘ojalá me durmiera y no despertara’, explico Martha Georgina Ochoa Madrigal, profesora de la Facultad de Medicina UNAM y jefa del Servicio de Psiquiatría del Centro Médico Nacional “20 de noviembre” del ISSSTE Para la especialista, la principal causa de este tipo de decesos es la depresión.

El abuso psicológico, acoso escolar, ausencia de un proyecto de vida, desesperanza, disminución del sentido de la vida, vacío existencial y falta de una red de apoyo social lo agravan. Por otra parte José Benjamín Guerrero López, jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM se refirió a la importancia de que las universidades hagan uso de estrategias que apoyen la salud mental de sus estudiantes: Explicó que el suicidio no ocurre solo, sino acompañado de intentos anteriores de depresión, comorbilidad, abuso de drogas o alcohol, problemas familiares y presiones que en un momento les hace sentirse al límite y no poder manejar la situación, señalo en un comunicado de la Institución.

Sobre el proyecto de atención dijo que la UNAM siempre se ha preocupado por la salud de los alumnos, razón por la cual hace décadas han surgido servicios de atención en salud de los alumnos, razón por la cual hace décadas han surgido servicios de atención en salud mental, sobre todo en escuelas y facultades donde se brinda la carrera de Psicología, pues las principales tasas de suicidio se dan en las edades en que los jóvenes cursan la preparatoria y la universidad, de los 15 a 24 años de edad.