Navegar / buscar

Eclectis

Raymundo Carrillo

La Semana Mayor nuevamente ha cumplido su cometido sempiterno de acontecer en el calendario, cambio notable: dejó plenamente de ser solemne o únicamente religiosa. Contarán las crónicas de las calles de Jerez cuando por ese motivo original, lucían vacías, silenciosas hasta en la procesión, aires de mística, misterio y carismático recogimiento pomposo; parecía que al transeúnte ventanas y puertas sigilosas asomaban observantes sobre sus pasos, los cuales rompían la armonía de silencio entre ramilletes parsimoniosos y racimos en compás de sonoras pero prudentes campanadas puntuales y rítmicas.

Para la noche del jueves santo, en el Congreso de la Unión, buscaba el grupo de diputados federales oficialistas, nueva fecha para convocar a la votación sobre la reforma eléctrica, no ajustan los votos suficientes para que, la propuesta de la presidencia se acepte sin moverle nada. Para el jueves se publicaba en algún diario de carácter nacional que ya se habían integrado 9 de las 11 o 12 propuestas de la oposición; era mentira, no se ha movido el texto original de la iniciativa presidencial hasta la hora de la presente redacción.

Las dos versiones en competencia y pugna eléctrica, son: la idea nacionalista del control de mercado interno, la otra, apertura de los distintos mercados en que se fracciona el gran mercado global. La impresión dejada en la historia es que, cualquiera de las dos posibilidades significará un aumento inmediato de costo para el consumidor. Así pasó con el teléfono celular que hoy guarda nichos para todo consumidor. Imágenes nocturnas satelitales de los continentes en el planeta, impresionan como evidencia del empleo de la electricidad y su increíblemente enorme distribución; fuego que alumbra sin flama. 

Algo muy claro puede quedar asentado, así como el agua que brota de la naturaleza es conducida por artificios humanos, así, la electricidad cautivada con artilugios de la especie, ambas han de ser Derechos Humanos en México. La infraestructura básica, el equipo humano y financiero que sostienen la electricidad del país, se ha producido limpiamente de los impuestos de la ciudadanía y la ciudadanía misma. La conveniencia particular de captar hoy la electricidad de distintas y limpias maneras y formas, es una libertad que no ha coartarse en México. Otro desgano con la propuesta del Estatismo, es que, llevan años y felices días advirtiendo o amenazando, discursando que, esa infraestructura, será también conductora de internet de alta gama y no sucede.

Hablar del mercado o gran mercado, tampoco es satisfactorio, aunque se visualice como innegable camino humano que tarde o temprano lleve a la Igualdad transitando por la Equidad. La irresponsabilidad de los capitales o el gran capital es histórica en las desavenencias que genera, todas terminan en guerras; la irresponsabilidad del capital se cimbra en el derecho a ganancias desbordadas. El mercado es el único ente económico que gana, aunque se equivoque. Actualmente, industriales, comerciantes y banqueros, dictan ese ambicioso andar; las siguientes luchas sociales habrían de ser para controlar esa voraz y desmedida visión por altas ganancias de esos elementos; tal irresponsabilidad provoca la desmedida pobreza en el mundo y causan una inflación que hoy por hoy, reflejada en carestía, ahoga a la población consumidora.

Este sexenio engulló miles de millones de pesos en ahorros habidos de los sexenios corruptos, corruptos no hay duda; pero algo iban dejando aún del contentillo tan caprichoso y ladrón. Esos ahorros, otrora depositados en fideicomisos, ya no existen, su destino actual es desconocido. Concurrente tema titulado: “no somos iguales”, siendo tan iguales. La complejidad múltiple que vive un país como el nuestro se revela oscura y amorfa; luego, ante situaciones como de Honduras, que obligan a migraciones masivas, sin dejar fuera las olas venezolanas, nicaragüenses y otras menos nuevas o de renovación reciente; es memorable la difusión oral entre vecinos, de los acentos raros o diferentes de aquellas personas que en cada momento actual de golpes delictivos, incluso han invadido no solamente territorios sino casas vacías de nuestros terruños y migrantes locales.

El Litio, nuevo elemento descubierto que se emplea para acumular energía, tiene en México grandes fuentes. Actualmente es una empresa China quien tiene la más grande concesión extractiva. El Litio se da en el suelo y subsuelo. Se intenta nacionalizarle: – “como plan B por si falla la iniciativa eléctrica presidencial…”. Zacatecas en su lindero con San Luis Potosí, tiene grande existencia de éste. Un punto a resolver de haber apertura a los nacionales, sería: que en la iniciativa se contemplara a los propietarios, individuos y/o comunidades, en las ventajosas participaciones y ganancias y, no el Estado y las empresas engullan todo; la extracción de Litio, causa daños ecológicos irremediables y consume mucha agua, muchísima.