Por Ricardo Evodio Cabral Vera

Muchos que ayer estuvieron hoy ya no están; nuestro recuerdo permanente

Hoy tal vez amanecemos con el celular en la mano, pero, en los últimos 23 años del siglo pasado y en gran parte del actual, prevaleció la grata costumbre en muchos jerezanos, de despertarse los domingos con el periódico en la mano.

Unos atraídos por el contenido de la primera plana, otros iban directo a los deportes para consultar sobre todo las tablas de posiciones y el lugar que ocupaba su equipo antes de iniciar la jornada correspondiente; varios más procuraban como primera opción el Entremés de Sociedad, o las acostumbradas secciones de opinión e incluso la policiaca que siempre ha llamado la atención.

Es la variedad de contenido y la diversidad en la opinión, algo que ha caracterizado al semanario Diálogo en estos 44 años de vida.

Me tocaron esos tiempos en los que nuestra sociedad esperaba la nota para leerla tres, cuatro o hasta siete días después de ocurrida, como si aun fuera noticia fresca, era la manera de informarnos –sino con prontitud–, sí con una mayor precisión y detalle.

Cada ocasión que se presenta un nuevo aniversario, nos lleva al recuerdo de gratos momentos que nos correspondió festejar; de personas que estuvieron ahí y hoy lamentablemente ya no están; de don Sergio Candelas representando al gobierno del estado en los diez años de vida del semanario, de Andrés Lamas en la impresión de cada domingo y también celebrando el acontecimiento; del maestro Juventino González Berumen, a quien saludábamos en sus frecuentes visitas a Jerez.

De varios de los condecorados en el vigésimo aniversario, como Jerezanos Distinguidos y que también se han adelantado en el camino, el querido maestro José Girón Candelas, don Juan de Santiago, el maestro Benito Juárez García, las queridas maestras María Guadalupe Campos Navarro y María Guadalupe Márquez Acosta, don Mauro Estrada Espinoza y Arturo Pérez Torres. De los diez condecorados aquella noche, quedan entre nosotros, Aurorita Guadián Gómez, el padre Humberto Salinas Castañeda y la tenista Xóchitl Escobedo.

Vienen a mi mente colaboradores a los que me tocó recibir su material cada sábado y que a pesar de ya no estar, plasmaron su nombre en las páginas de Diálogo, como don Pedro Fernández Quiñones, José “Chepe” Salazar, Samuel Correa Carrillo, el propio Juan de Santiago y el excelso cartonista Jaime Raigoza Vera (una disculpa a los que escapan a mi fugaz memoria).

Mucho que recordar y mucho que escribir de esta grata historia de la que fuimos, no protagonistas, pero sí testigos y parte de quien la ha escrito y la cual, seguramente se enriquecerá mucho más con el paso de los años.

Hoy sólo queremos desear lo mejor a la institución que fue nuestra base de formación y por momentos nuestra segunda casa, Felices 44 años Gilberto González Berumen, Gilberto González Acevedo y todos aquellos que han aportado algo para la construcción de esta historia. Que vengan muchos más.